Jorge VI, encarnado por Colin Firth, es el quinto monarca británico que da a su intérprete el Oscar de la Academia
02 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Shakespeare elevó a los reyes británicos a la categoría de personajes dramáticos y el cine se ha deleitado en darles brillo y esplendor. Las monarquías inglesa y escocesa han sido históricamente el centro de numerosos argumentos para el cine y Hollywood les ha recompensado esa facilidad para fabricar libretos con un especial reconocimiento hacia los filmes de época y hacia los personajes de cabeza coronada, a los que ha nominado casi una veintena de veces. El premio del pasado domingo a Colin Firth con el Oscar al mejor actor por su papel de Jorge VI en El discurso del rey es el último de una lista de galardones otorgados por una Academia de Cine que sigue prefiriendo las historias correctas y bien contadas frente a las innovaciones.
La del monarca Jorge VI y el nacimiento de una amistad que sería vitalicia con el logopeda que le ayudó a encarar su tartamudez durmió durante años en un cajón de su guionista, David Seidler, quien, a los 73 años, acabar de lograr su primer Oscar al guión original. La reina madre (Bonham Carter en el filme) le había pedido que esperara a su muerte para llevar a la pantalla un asunto que aún le resultaba doloroso. La actual reina dio el visto bueno a la película que narra la llegada al trono de su padre y en la que ella misma aparece representada cuando era niña. Isabel II encontró la historia «conmovedora», un «último honor» hacia su padre.
Su satisfacción no es para menos. El filme de Tom Hooper ofrece una imagen muy amable de los Windsor, producto del «amor» y el «respeto» con que se rodó el filme, según Seidler.
Menos complaciente fue The Queen, el precedente más inmediato de película con Oscar para un actor que da vida a un rey británico. Una reina, en este caso. En la ceremonia del 2006, la distinguida fue Helen Mirren por su aclamado retrato de Isabel II en los momentos que rodearon a la muerte de Lady Di.
Unos años antes, en Shakespeare in Love, fue distinguida como mejor actriz secundaria Judi Dench por un escueto papel en el que encarnaba a Isabel I. Curiosamente, entre quienes hacían reverencias a la Reina Virgen en aquel filme de John Madden estaba Colin Firth y uno de sus compañeros de reparto era Geoffey Rush, que encarna al logopeda en El discurso del rey.
De los cuatro Oscar que consiguió Katharine Hepburn, uno fue por su papel de Leonor de Aquitania en El león en invierno. Pero el primero que llevó corona en Hollywood fue un glorioso Charles Laughton dando vida a Enrique VIII en 1933.
El primer monarca británico que ganó un Oscar de Hollywood fue, en 1933, Enrique VIII en la piel de Charles Laughton.
Katharine Hepburn ganó un Oscar por su papel de Leonor de Aquitania. Peter O?Toole (Enrique II) fue candidato.
Ocho minutos de actuación le bastaron a Judi Dench para proclamarse mejor actriz secundaria encarnando a Isabel I.
Helen Mirren lo ganó todo, desde la Copa Volpi de Venecia a la estatuilla de Hollywood, por su retrato de la actual monarca.