El Premio Príncipe de Asturias destaca la faceta poética del cantautor
02 jun 2011 . Actualizado a las 09:48 h.Dicen de Leonard Cohen que si no hubiera grabado más discos después de Songs of Leonard Cohen (1967), también estaría en la historia de la música. Su primer álbum fue tardío (ya tenía 33 años), pero contaba con algunas de las canciones más importantes de su carrera como Suzanne, Sisters of Mercy, o So Long, Marianne. Poemas musicados de este cantautor, novelista, monje budista y amante de la obra de Lorca que ayer fue galardonado con el Príncipe de Asturias de las Letras.
El jurado, presidido por el ex director de la RAE Víctor García de la Concha, quiso reconocer «una obra literaria que ha influido en tres generaciones de todo el mundo». El crítico Andrés Amorós lo comparó con George Brasen, Bob Dylan o Jacques Brelle. Asimismo, el acta reconoce «un imaginario sentimental en que la poesía y la música se funden en un valor inalterable».
La inspiración de Lorca
Montrealés, judío y de ascendencia lituana, la vida del joven Cohen cambió cuando apenas tenía quince años. En 1949, entró en una tienda de libros de segunda mano. Le llamó la atención un ejemplar de Federico García Lorca. En ese momento decidió dedicarse la literatura. Dos años más tarde ingresaba en la Universidad McGill de Montreal y en 1956 publicaba su primer poemario (Comparemos mitologías). A este primer libro le siguieron La caja de especias de la Tierra (1961), Flores para Hitler, y sus dos únicas novelas: El juego favorito (1963) y Hermosos perdedores (1966).
Pero los libros no le daban fama y fortuna a Cohen. «Yo voy a ser el Bob Dylan de Canadá», afirmó en una ocasión. Dicho y hecho. Cogió el petate y cruzó la frontera para labrarse una carrera musical en el circuito folk estadounidense. Su nombre empezó a sonar en 1966 cuando Judy Collins comenzó a cantar Suzanne. El éxito hizo que John H. Hammond lo fichara para Columbia y publicara su primer disco, Songs of Leonard Cohen.
Después llegarían Songs from a Room (1969), Songs of Love and Hate (1971) y New Skin for the Old Ceremony (1974), entre otros trabajos, además de libros de poesía: The Energy of Slaves (1972) y Death of a Lady?s Man (1978). En 1984 publica Various Positions, que Columbia rechaza lanzar en Estados Unidos, pese a contener uno de sus himnos, Hallelujah, infinitamente versionada. Con I?m Your Man (1988), Leonard Cohen da un giro a su carrera. También adapta Pequeño vals vienés, de Lorca.
Seis años más tarde, Cohen se retira a un monasterio budista, del que no saldría en cinco años y se convertiría en monje zen, llamado Jikan Dharma. Tras su salida, publica más discos y un libro de poemas, y demanda a su agente por la desaparición de cinco millones de dólares. Hace tres años, Cohen se embarcó en una casi interminable gira mundial que visitó Galicia en dos ocasiones: en el 2009 actuó en Castrelos, en Vigo, y el año pasado en Ourense, dentro del Xacobeo.
«Su obra literaria ha influido en tres generaciones de todo el mundo»
Víctor García de la Concha