Se desconocen las causas del fallecimiento de la cantante, que había cancelado su gira europea de este verano
24 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La polémica cantante británica de soul, Amy Winehouse, que saltó a la fama con temas como Black to Black o Rehab, falleció ayer por la tarde a los 27 años, tras haber luchado contra la adicción al alcohol, las drogas y su tendencia al suicidio. A última hora de la tarde, la policía continuaba tratando su defunción como «inexplicable», aunque no sospechosa. El pasado miércoles fue la última vez que Winehouse fue vista en público, en compañía de su ahijada en el festival iTunes.
Los servicios de ambulancia recibieron una llamada a las 15.45, hora local, para que se personaran en una dirección de Camden Square, en Londres. Cinco minutos más tarde llegó personal sanitario en dos ambulancias, pero no pudieron hacer nada por evitar la muerte de la cantante. «Se ha iniciado una investigación para averiguar las circunstancias de la muerte y de momento se trata como inexplicable», indicó un comunicado de la policía.
La muerte de Winehouse se produce al mes de que tuviera que cancelar los conciertos europeos de su gira, entre ellos el de Bilbao, tras el bochornoso espectáculo que ofreció durante su actuación en Belgrado, donde apareció en el escenario desorientada e incoherente, lo que le imposibilitó incluso cantar. Winehouse había luchado durante años contra su dependencia del alcohol y las drogas. Su padre, Mitch, siempre identificó al ex marido de su hija, Blake Fielder-Civil, como el inductor al consumo de drogas y alcohol de la cantante.
En el 2008, su madre, Jani, afirmó: «No me sorprendería que mi hija muriera antes que yo, quizás en un año. De hecho, estamos viendo cómo se va muriendo poco a poco», y agregó que ya se había hecho a la idea de su muerte e incluso se atrevió a preguntarle en qué cementerio querría ser enterrada.
Winehouse siempre se caracterizó por ser una artista polémica que se atrevió a llamar a Madonna «vieja señorita».