«Kisses on the Bottom» reúne clásicos del jazz de los cincuenta
06 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La primera década del tercer milenio sirvió para una recuperación de Paul McCartney tras unos noventa sosos. El bajista de The Beatles, el líder de Wings, ha ido recuperando el tiempo perdido y demostrando que su versatilidad como instrumentista lo era también como compositor. El nuevo disco para completar la galería, Kisses on the Bottom, se pondrá a la venta mañana en todo el mundo.
Clásica, ballet, electrónica han ido ampliando el catálogo del que puede ser uno de los mayores compositores de la música popular de la historia. Pero algo le faltaba en su larga trayectoria. A pesar de todo, de su facilidad para las baladas, de las bandas sonoras o de sus versiones de los primeros tiempos, McCartney nunca había sido un crooner.
Para solventarlo, el nuevo disco tiene una selección de piezas que podría valer para Tony Benet. Éxitos que, según el bajista, se escuchaban en su casa cuando era niño, es decir, antes de que el rock ocupase su adolescencia. Música que su padre interpretaba. Música anterior a la música de The Beatles.
Con este punto de partida y el diseño musical del productor Tony LiPuma, que llegó a trabajar con Miles Davis pero también con Barbara Streisand, McCartney ha buscado colaboradores de lujo para intentar definir un modelo de música elegante, reposada, mainstream pero no vulgar. Diana Krall y John Clayton, además de Elvis Costello, se han sumado a la banda que, en su conjunto, prefiere más la suavidad de los teatros enmoquetados que la densidad de los clubes nocturnos. El beatle asegura que es un «disco íntimo, para tomar con té».
Catorce canciones y solo dos firmadas por McCartney, un hecho insólito en la carrera del compositor. Entre las doce versiones pueden escucharse piezas que han sido clásicos de todo tipo de jazz: el clásico de Irving Berlin Always o el de Harold Arlen y Johnny Mercer It?s Only a Paper Moon. Otra pieza seleccionada es Bye, bye, blackbird. Sin embargo, como adelanto, McCartney no ha escogido ninguno de los clásicos y ha dado a probar su nuevo disco con My Valentine, en la que participa el menos eléctrico de todos los Eric Clapton posibles. La otra canción propia del disco es Only Our Hearts, en la que participa Stevie Wonder tocando los teclados.