Más de 3.000 artistas han expuesto sus obras en las 215 galerías participantes en esta edición
19 feb 2012 . Actualizado a las 19:50 h.La Feria Internacional de Arte Contemporáneo Arco cierra hoy sus puertas tras cinco días de intensa actividad en un clima de «optimismo realista, no ingenuo», en opinión del director del certamen, Carlos Urroz.
Alejadas de las que se registraban hace años, las cifras «no se pueden comparar» señaló Urroz a Efe aunque cree que «han sido satisfactorias en el clima actual».
Además, expresó su satisfacción y la de los galeristas por el desarrollo del programa en el que se ha invitado a casi 300 coleccionistas procedentes de diversas partes del mundo. «Ha resultado fenomenal. Estos coleccionistas han comprado y se van con un buen recuerdo de Arco. Además han manifestado su intención de regresar y hacerlo con grupos y responsables de instituciones», afirmó satisfecho el director.
Urroz ha valorado también el número de profesionales, «que es lo que más nos interesa» y de visitantes que durante estos días han acudido a contemplar las obras de los más de 3.000 artistas que se exhiben en las 215 galerías participantes.
Director del certamen por segundo año, Urroz dijo: «Arco está en el lugar donde queríamos estar», que es una de las valoraciones realizadas por los miembros del comité organizador, que se han reunido hoy.
Entre las piezas exhibidas se puede contemplar gran número de obras sobre papel lo que, en su opinión, no responde a que tengan menor precio y, por tanto, sean más vendibles en este momento, sino a que «el papel se ha consolidado dentro del panorama artístico con importantes obras y autores que lo tratan de muy diferentes maneras.
Antes de que la feria abriera sus puertas, Urroz manifestó a Efe que piezas como la de Bacon, que se muestra en la galería Marborough, son una apuesta mejor que obras iconográficas que en ocasiones atraen al público de la feria. Urroz lamentó entonces que haya gente que vaya a ARCO solo a ver obras llamativas y aconsejó a los visitantes que descubrieran sus propias obras.
Este deseo no se ha cumplido en su totalidad ya que la obra «Always Franco», de Eugenio Merino, ha despertado cierta polémica, convirtiéndose en una de las más fotografiadas de la feria. «Creo que en Arco hay muchas obras muy interesantes aunque no sean visualmente tan llamativas. Monopolizar la atención en una obra es limitar los contenidos de la feria», afirmó.
La calidad y la seriedad han caracterizado una feria en la que «hemos insistido mucho en los proyectos de las galerías y los hemos valorado. Creo que hoy en día, en que no se vende todo, si hay calidad se consiguen más ventas y por ello hemos cuidado mucho los contenidos que se han presentado», señaló Urroz quien, satisfecho, afirmó que «el arte interesa y mucho».
Tras la invitación a los Países Bajos como invitados de honor de Arco, la intención del director es que en la edición que se celebrará el próximo año, la 32, se vuelva «a una ciudad invitada en lugar de a un país» y aseguró: «ya tenemos seleccionada cual será esta ciudad, que se anunciará próximamente».
Antoni Tàpies ha estado muy presente en la feria tanto por sus obras en diferentes galerías como en la mente de profesionales y visitantes. Durante estos días, el muro que los organizadores situaron en el pabellón 10, junto al espacio donde se proyecta un vídeo sobre el artista, se ha ido llenando de mensajes que cuando finalice la feria serán entregados a su familia.
Collages, dibujos, cruces, versos y hasta un calcetín, en alusión a la que fue una de las obras polémicas del artista recientemente fallecido, forman este muro junto con mensajes de agradecimiento en diferentes idiomas. Entre ellos, los visitantes han agradecido al maestro del informalismo español el haber «elevado la materia a las artes supremas», enseñarnos «que la belleza está en cualquier parte» o el «adorar el arte gracias a ti».