Donna Summer para cinéfilos

EFE

CULTURA

17 may 2012 . Actualizado a las 21:14 h.

No solo los amantes de la música disco llorarán hoy la muerte de Donna Summer. También los cinéfilos pensarán en ese último baile (Last Dance) de ¡Por fin es viernes! o la coreografía de los protagonistas de Full Monty en la cola del paro a golpe de «Hot Stuff».

En 1978, Donna Summer coronaba una espléndida década, jalonada con varios premios Grammy, con el galardón por excelencia del mundo del cine, el Óscar, por la mejor canción de una película, Last Dance, sin duda lo mejor de ¡Por fin es viernes!.

Donna Summer, que también aparecía en el filme, aportó lo más recordado de esta cinta y otro himno disco para su repertorio, repetido hasta la saciedad en innumerables películas y en los programas que, en el siglo XXI, querían alumbrar jóvenes estrellas de la canción, como American Idol u Operación Triunfo.

Muchos años después, Summer vivió un tardío regreso a las listas de ventas en 1999 con la versión dance que hizo de I will go with you (Con te partiró), de Andre Boccelli, pero en parte había vuelto a la palestra gracias al inesperado éxito mundial de la comedia británica Full Monty, que colaboró a desempolvar otro de sus grandes éxitos, Hot Stuff.

Robert Carlyle y Tom Wilkinson, entre otros, ensayaban no sin cierto patetismo para recuperar su dignidad como strippers tras perder sus respectivos empleos, pero su confianza en el proyecto no se afianzaba hasta que, en plena cola del paro, sonaba en la radio la mítica canción de Summer que llenó las pistas en 1979.

Como símbolo de una época, Donna Summer sonaba en la dialéctica política de Frost/Nixon, en concreto con la canción I feel love, símbolo del éxito de Frost cuando por fin demuestra su valía como periodista tras la histórica confesión de Nixon ante sus micrófonos.

Con un tono más paródico, la canción que le dio a conocer no sin escándalo, Love to Love You Baby -compuesta por el también muy cinematográfico Giorgio Moroder, ganador del Óscar por El expreso de medianoche-, era utilizada en la comedia dirigida por Ben Stiller Zoolander, ambientada en el mundo de la moda.

Acompañó con On the radio a las Zorras, de Adrian Lyne en 1980, y, como buen icono gay, no ha faltado como ambientación para títulos de temática homosexual como Una jaula de grillos, donde sonaba Bad Girls, canción, a su vez, utilizada por Mike Nichols en su sagaz crónica política La guerra de Charlie Wilson.

Menos esperada es su presencia en la banda sonora de Biutiful, el intenso drama de Alejandro González Iñárritu, pero el director mexicano la consideró idónea para los momentos más desenfrenados de la mujer de Javier Bardem, encarnada por Maricel Álvarez, víctima de todo tipo de excesos.

Alguien tan a priori dado a las grandes divas de la música disco como Sylvester Stallone, también encontró inspiración en Whenever There Is Love para dar un empujón de esperanza a la acción de Pánico en el túnel.

Y una comedia tan refrescante como Un, dos, tres... splash, ejemplo de la cara más inocente de la década de los ochenta, completaba el romance de la sirena Daryl Hannah a ritmo de She Works Hard for the Money.

Finalmente, como actriz, aunque en la televisión, intepretó a la tía Oona en algunos capítulos de la popular serie Cosas de casa, donde acompañó las aventuras del irritante Steve Urkel y también sonó She Works Hard for the Money.