Nominada a los Óscar por la película de Bigelow, la intérprete californiana estrena una de terror y anuncia un descanso tras rodar 11 filmes en dos años
08 feb 2013 . Actualizado a las 13:14 h.Jessica Chastain es la actriz del momento en Hollywood. Ha rodado once películas en dos años. Su personaje en La noche más oscura le ha valido su segunda nominación al Óscar y esta semana estrena Mama, producida por el mago del terror Guillermo del Toro. La actriz encarna a una roquera punk que se encuentra a cargo de las sobrinas de su pareja, desaparecidas durante cinco años y, a su regreso, poseídas por un espíritu sobrenatural que desencadena extraños acontecimientos.
-¿Por que decidió rodar un filme de terror tras el éxito de «La noche más oscura»?
-Existe una cabezota dentro de mí y no permito que nadie me diga lo que tengo que hacer. Cuando estrené El árbol de la vida me llovieron ofertas para ser una esposa sumisa o una madre encantadora. Entonces decidí que el siguiente papel tenía que ser distinto. No quiero caer en el estereotipo ni que me encasillen. No lo voy a permitir.
-¿Que le asusta en su vida?
-Los ruidos. Tengo un perro que ladra a cualquiera que llega a mi puerta. No ladra cuando la gente está alrededor de la casa, sino cuando ya está en la puerta. Hace cosa de un mes se puso a ladrar en mitad de la noche y no supe qué hacer, me quedé una hora mirando al techo sin saber si debía salir de la cama. Escuchas tantas historias de gente que se mete en las casas, se esconde en los armarios y te ataca de noche que a veces no puedo dormir.
-¿Siente la presión de la fama?
-Antes decía que mi vida no había cambiado, pero ayer mismo sentada en el sofá con mis amigas hablábamos de lo que me ha sucedido en los dos últimos años. Ahora hay gente enfadada conmigo porque guardo mi vida personal, con quién salgo, cosas que no quiero que se sepan.
-¿Se considera una mujer con determinación?
-Siempre he confiado en que iba a ser actriz. Lo que no sabía era cómo iba a desarrollarse mi camino. Tampoco lo pienso. Me fascina rodar, conocer a actores, escritores, me gusta Katherine Bigelow [risas], Isabelle Huppert. Primero soy fan del cine y luego soy actriz. Admiro a muchos artistas de esta industria y trato de involucrarme en proyectos fascinantes. Quiero montarme en el vagón de personas que me parecen genios.
-Es buena filosofía.
-Sí, porque no tengo ningún control sobre la película. No estoy en la sala de edición, no dirijo, solo puedo actuar y, como intérprete, necesito que la audiencia responda, pero también quiero vivir una vida plena. Disfruto tanto con lo que hago que aunque el filme no sea bien recibido para mí es un éxito.
-Su edad se ha convertido en objeto de deseo. ¿Por qué la oculta? ¿Siente la presión de envejecer?
-No, solo me parece curioso que a mí siempre me pregunten la edad y a un actor nunca. Es muy machista. Por eso he decidido no confesarla. Y si una revista quiere escribir sobre eso no va a poder, porque o es para todos igual y les preguntan a los actores o yo no diré la mía.
-Usted estudió en Juilliard, una experiencia que siempre es un triunfo.
-Sí, te preparan para ser fuerte y afrontar este negocio con herramientas. No te enseñan a ser una estrella, sino a comportarte como un actor. Dos cosas muy diferentes. La meta de todos los que han estudiado en Juilliard es trabajar: no tanto el triunfo, que por supuesto ansías, como disfrutar de cada oportunidad.
-Su carrera va a velocidad de vértigo. ¿Lo siente?
-Si tuviera 17 años, quizá, pero llevo muchos años trabajando y confío en mi capacidad. Por eso cuando alguien trata de encasillarme digo no, no, no. Mi seguridad me permite cambiar de registro sin miedo al éxito o al fracaso. Sé lo que hago. La interpretación no la dejaré, aunque pierda la atención del público. -Y se ha convertido en un icono de moda.
-Vestirme así [lleva un vestido de Rachel Roy y zapatos de Louis Vuitton] forma parte del trabajo. En mi vida diaria soy de camisetas y vaqueros. No me cuido en exceso. Llevo dos años trabajando intensamente y ha llegado el momento de tomarme unas vacaciones.
-Es muy activa en Facebook. ¿Contesta personalmente cada «post»?
-Sí, todos los días. A veces el trabajo me lo impide, pero intento contestar de forma religiosa. Twitter no tengo porque requiere un compromiso mayor.