El pensador francés, fallecido la noche del martes en París, nunca dio trascendencia al éxito de su libro Indignaos
27 feb 2013 . Actualizado a las 17:53 h.Con sus impecables trajes y su afable mirada, Stéphane Hessel parecía más un profesor emérito que un rebelde. Pero con su panfleto ¡Indignez-vous!, publicado en Francia en el 2010 y traducido a una treintena de idiomas, el diplomático y escritor galo se convirtió en combatiente e icono del movimiento 15-M en España y el Occupy a nivel internacional. Luchador durante la resistencia francesa contra los nazis y superviviente del campo de concentración de Buchenwald, Hessel murió en la noche del martes en París, a los 95 años. «Recibo con gran tristeza la desaparición de Stéphane Hessel», escribía el presidente francés, François Hollande, en un comunicado. «Era una gran figura, cuya excepcional vida estuvo consagrada a la defensa de la dignidad humana.»
Con su crítica al capitalismo ¡Indignaos!, adquirió un estatus de culto que ni siquiera él se podía explicar. «Creo que sólo llegué en el momento adecuado», dijo una vez. En él, Stéphane Hessel llamaba a la ciudadanía a indignarse sobre el estado del mundo: sobre las injusticias sociales, el racismo, la avaricia de los mercados financieros y la violación de los derechos humanos. Su librito vendió millones de ejemplares. Fue invitado a encuentros sindicales y eventos ecológicos, en los que arremetía contra la política del capital y plateaba sus tesis sobre el medio ambiente. Cuando durante sus discursos se acaloraba, el público empatizaba con su carisma. En el 2011 continuó y publicó Engagez-vous!, en el que volvía a llamar al compromiso activo por un mundo mejor.
Protesta, indignación y coraje civil son los ingredientes de los textos de Hessel. Y esos nunca faltaron en su vida. Nacido en Berlín en 1917, en el seno de una familia judía-protestante, en 1925 se trasladó a París con su padre, el conocido escritor Franz Hessel, y su madre, la periodista Helen Grund. Como protesta por el régimen de Hitler, en 1937 adoptó la ciudadanía francesa y en 1941 se unió a la resistencia.
En julio de 1944 fue traicionado y detenido por la Gestapo. Sobrevivió el terror y la tortura en el campo de concentración nazi de Buchenwald y en Mittelbau-Dora, y desde entonces luchó por preservar los derechos humanos. Como diplomático francés y secretario de la comisión de las Naciones Unidas, participó en la redacción de la Declaración de los Derechos Humanos, aprobada por la ONU en 1948.
Stéphane Hessel colaboró con numerosas ONG. Como embajador de la organización La voix des enfants, viajó varias veces a los territorios palestinos, pues condenaba la política israelí como una humillación para los palestinos y la tildaba de vergonzosa y de violación de los derechos humanos. Lo que Hessel escribió y dijo fueron convicciones germinadas a lo largo de su convulsa biografía. Posiblemente ahí radique también el increíble éxito de su protesta.