«Lo peor de Almodóvar, pero me gusta». «Si no es por los actores, esto es una mierda». «Es Almodóvar. Lo tomas o lo dejas». Estas reflexiones se escuchan estos días a la salida de «Los amantes pasajeros». En el mundo del cine, división de opiniones. ¿Es buena o mala?
17 mar 2013 . Actualizado a las 21:33 h.Para los actores, la llamada del director manchego es cualquier cosa menos un bluf. Hugo Silva y Miguel Ángel Silvestre, flamantes chicos Almodóvar, expresan al unísono: «Trabajar con Almodóvar es aceptar otra convención creativa. Siempre tiene un plus en sus historias». Lo que hay que dejar claro en primer lugar es que Los amantes pasajeros no pasará a la historia por estar ni siquiera entre las diez películas más relevantes del poseedor de dos Óscar. Porque no se puede ser genial todos los días y esta vez tocaba su lado humano. Esa parece ser la reflexión general en positivo.
El día que la película fue vista por la prensa, a la salida estaban hasta las cámaras de informativos de Telecinco, cosa inédita, para recabar aplausos o abucheos entre la crítica, hecho que ya luego fue aderezado por la opinión de un afamado experto que con su fobia a Almodóvar ya forma parte del ecosistema promocional de cualquiera de sus películas. Otros profesionales de los medios aseguran que, dado el aluvión de críticas del filme, han reaccionado con pereza y aún no han ido a verla. Ana Aladro, experta periodista y una de las artífices de la era dorada de la cultura en Telemadrid, puede ser uno de esos ejemplos. No oculta su admiración por el creador de obras fundamentales como Mujeres al borde un ataque de nervios, pero afirma: «Yo, desde La flor de mi secreto no he visto nada decente de Almodóvar». Una opinión tajante que contrasta, por ejemplo, con la de Rosana Torres, una gran gurú de la prensa teatral española, que se muestra contundente: «Igual que existe el género de cine de terror, wéstern y otros, existe el género de cine gay. Ahí podría enmarcarse esta deliciosa astracanada contemporánea, divertida, lúdica y lúcida. Hay que dejarse llevar y llegará el desternille. Muy buena para aliviarse», afirma. Toda esta controversia creada en torno a una película que batió récords de recaudación el fin de semana de estreno, exige volver al comienzo del proyecto, ese estadio anterior de ensayos, lecturas y rodaje. Y ahí lo que pasó dentro es también un éxito incontestable de Pedro Almodóvar, que consiguió crear un clima positivo y de predisposición por parte de todo el equipo de actores. Miguel Ángel Silvestre lo explica así: «Él, llevando la nave, lo que transmite a los actores es que nos sintamos libres. Tiene una parte lúdica, da mucha información y confianza», afirma.
Para Hugo Silva, Almodóvar es «un torrente de creatividad, una auténtica gozada»
Para Hugo Silva, «desde que lees el guion ya ves que es otra historia, cómo son los personajes, los diálogos...». «Ves que es otro mundo aparte», señala para confirmar que el universo Almodóvar sigue existiendo más allá de lo que luego se transmita en la pantalla. Es más, ambos actores coinciden en señalar que trabajar con el autor de La ley del deseo supone dar un paso más allá, del que han salido airosos y con ganas de repetir. «Sus personajes tienen algo diferente, responden de una forma que no te imaginas. Yo le decía: pero yo no reaccionaría así. Y él entonces cambia todo y te propone jugar a lo contrario. Me llamó mucho la atención que todas sus obras tienen algo en común, las texturas, los colores, los personajes, pero no se busca a sí mismo. Si tú vas directo a tu resultado, a lo que a ti te funciona, caes en tu tópico. Él nunca busca esa opción. Es perfeccionista, muy comprometido con el guion, lo puede cambiar en una noche. Me llamó la atención su capacidad de trabajo», remarca Silvestre. Y Silva lo explica así: «Yo creo que tiene una incontinencia creativa que hace que una secuencia crezca sobre la marcha. Es un torrente de creatividad. Una gozada», indica.
De hecho, tanto Miguel Ángel Silvestre como Hugo Silva aseguran que cuando sus representantes les hablaron de la posibilidad de trabajar en Los amantes pasajeros ambos se llegaron a obsesionar en el sentido de querer conseguirlo a toda costa. Y ahora ellos, al margen de críticas, defienden el resultado final, que han visto más de una vez y les ha convencido como artefacto divertido y con varias lecturas. «Todo lo que escribe Pedro tiene una profundidad. Puede ser divertido, pero hay guiños que el público puede captar», señala Hugo Silva. Ambos se prepararon para sus respectivos papeles sin buscar referentes en anteriores actores elegidos por Almodóvar. Aunque en este apartado aparece Antonio Banderas, de alguna manera icono del cine más reconocido del manchego: «Cené con él y cuando salí de allí me quedé alucinado. Qué personaje, qué especial... Me gustó muchísimo, porque fue cariñosísimo y me dejó pensando que es alguien que merece mucho la pena», cuenta Silvestre.
Silvestre: «Hace que los actores nos sintamos libres»
Otra de las cosas positivas del rodaje fue el ambiente creado, del que los actores aseguran que se transmitió al humor que intenta presidir toda la película. «Si ves Los amantes pasajeros, sales con ganas de vivir, de irte de marcha, de tener sentido del humor», revela Silva. Por su parte, Silvestre lo corrobora porque piensa que «dan ganas de pasártelo bien y de hacer el gamberro». Antes, en el rodaje, los dos intentaron estar durante el mayor tiempo posible en el set de trabajo y en el de descanso, creado este con esmero por la productora para lograr la máxima comodidad. Y retrocedamos aún más, para plantarnos en el tráiler, un objeto promocional que a veces se defiende y otras no se considera relevante. En este caso, hay que darle la máxima importancia, porque la productora del filme así lo ha querido a través de una avalancha promocional que, aunque haya gente que no ha visto la película entera, le habrá resultado imposible no sucumbir a ese avance. David Saavedra, periodista freelance y tal vez uno de los expertos culturales más fiables del momento, se lanza a la piscina a partir del mismo: «Vi simplemente el tráiler y ya me pareció un horror, parecía de una película de Félix Sabroso y Dunia Ayaso, y luego me enteré de que para promocionarla habían montado un flashmob de esos... Igual es que a mí ese humor no me hace gracia, y a Boyero tampoco, pero a la gente normal sí», interpela.
Los amantes pasajeros, la nueva película de Almodóvar, tiene, eso sí, datos de lo más prometedores. Es la más vista en su estreno de toda su filmografía, la que más ha recaudado y la única del momento capaz de competir con las superproducciones. Incluso deja para la anécdota otra controversia. Al hilo de su promoción, la emisión en TVE de La piel que habito, también contestada por parte de la crítica, fue la más vista de las emitidas por la cadena pública en los últimos tres años. Pedro Almodóvar, nacido un 24 de septiembre de 1949, en Calzada de Calatrava, puede presumir de ser un autor fundamental del cine español, y de que el público está de su parte.