El Reina Sofía reúne 200 piezas en la mayor retrospectiva del artista
25 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Una excepcional selección que triunfó en París con 800.000 visitas. Es el récord de asistencia del Centro Pompidou, organizador junto a la fundación Gala-Salvador Dalí de Figueras y el Salvador Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida), que aúnan esfuerzos para reunir lo mejor de sus fondos. Los comisarios se fijan «en el poeta que trabaja con imágenes antes que en el cínico comercial», apunta Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía.
Hay préstamos excepcionales, como La persistencia de la memoria (1931) que cede el MoMA y que jamás se había expuesto en España; Construcción blanda con judías hervidas (Premonición de la guerra civil) (1936), del Philadelphia Museum of Art; Metamorfosis de Narciso (1937), que viaja desde la Tate Modern, y La tentación de San Antonio (1946), del museo de Bellas Artes de Bélgica.
«Fue el surrealista más original, hasta llegar a convertirse en el mejor pintor del grupo. Es el pintor de los sueños», confirma Montse Aguer, comisaria de la muestra y directora del centro de estudios dalinianos.
El enorme ego de Salvador Dalí (1904-1989) se habría acrecentado ante la exposición más ambiciosa que aparatosa que abre el sábado el centro Reina Sofía de Madrid. Un superconcentrado de genio daliniano que marcará un irrepetible hito. Son casi 200 obras, una treintena inéditas en España, que enriquecen la percepción del poliédrico artista ampurdanés. Hay dibujos, material documental, fotografías, manuscritos, revistas, películas y filmaciones de enorme importancia. Pero sobre todo pintura, la mejor, para fijar el perfil menos circense del artista.