El filme cuestiona la normalidad con la que se acepta la violencia
16 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Eterno romántico o estrella de las películas de ciencia-ficción, Ethan Hawke se recicla en el cine, ahora en el género de terror. Protagonista de Antes de la medianoche, Hawke hace doblete en la cartelera española con esta cinta y el largometraje La purga.
-¿Está la sociedad tan fracturada como parece mostrar «La purga»?
-He leído en algún sitio que el 85% de la sociedad vive dormida, así que creo que estamos muy cerca de lo que muestra La purga.Me despierta curiosidad leer lo que vayan a escribir los críticos sobre esta historia teniendo en cuenta que es un filme violento con un mensaje contra la violencia. Desde la historia se cuestiona si la violencia es parte de la personalidad del ser humano o por el contrario nos hemos vuelto así. Para mí, la película funciona igual que La naranja mecánica: nos inunda de violencia, pero al final lo único que quieres es detenerla.
-Usted siempre ha confesado su aversión a la violencia, pero piensa que es innata a la naturaleza humana...
-En Hollywood es imposible para un actor masculino mantener su carrera a cierto nivel sin participar en películas violentas. Esas son las historias que quiere el público. A mí no me gusta hacer películas violentas, pero es lo que me ofrecen y necesito trabajar.
-Siempre podría trabajar en la televisión...
-Sí. La calidad de los guiones en la televisión es buena, muy buena. Pero solo un manojo de series son las que realmente triunfan. Estamos hablando de Breaking Bad, Mad Men, The Good Wife, The Killing... De ellas se habla con reverencia y respeto, pero son la excepción. La mayoría de lo que se estrena en antena no es bueno. Mis hijos ven Elementary, que es sensacional, pero no dejo de preguntarme cuánto tiempo podrán mantener ese nivel. El problema de las series de éxito es que las explotan tanto que acaban diluyéndose.
-¿Siente usted la contradicción de ser una estrella de cine?
-Siempre he peleado contra esa idea de estrella. No me gusta especular con la posición que ocupo en Hollywood, pero al mismo tiempo, por supuesto, estoy muy feliz con lo que mi vida artística me ha dado. Seas una estrella o no, todos batallamos con nuestros egos. El ego de una estrella de cine se alimenta diariamente y se convierte en una bestia muy poderosa que termina comiéndose la vida de cualquiera.