Intensas presencias de Miike y Jodorowski en el tramo final de Sitges

josé luis losa SITGES / E. LA VOZ

CULTURA

Hoy se conocerán los premios, entre los que suena Jim Jarmusch o Ari Folman

19 oct 2013 . Actualizado a las 10:59 h.

Dos figuras tan poderosas, dos freaks en el sentido meliorativo, como Alejandro Jodorowski, no solo cineasta sino también autor de cómic, taumaturgo, chamán; y Takashi Miike, el japonés que, junto a Sion Sono ha revolucionado el cine de su país en la última década, monopolizaron la atención en el penúltimo día de esta 46.ª edición de Sitges.

Jodorowski, como siempre intenso, llegó para presentar en realidad dos películas: una de ellas, la llamada Jodorowski's Dune, que cuenta lo que pudo haber sido y no fue el abortado proyecto de adaptación de la novela sci-fi de culto de Frank Herbert y para la que Jodorowski contaba con Orson Welles y con Salvador Dalí en el rol del villano. La otra, la realmente dirigida por él, es La danza de la realidad, una inmersión autobiográfica en su infancia, una especie de Amarcord chileno y no poco surreal, en el que evoca su niñez en Tocopila. Y aunque la heterodoxia y la polémica sean caldo de cultivo también de su nueva obra, hay en ella, a sus 83 años, un tono de humor, un «esperpento pánico» que hace que el filme se respire maravillosamente.

Takashi Miike presenta personalmente en Sitges una retrospectiva de su cine convulso, libérrimo, y su última película, el thriller espasmódico Shields of Straw, con terrorista urbano infatigablemente inmortal.

En la lista de candidatos a los premios que se conocerán hoy es imposible no pensar en los vampiros del Jarmusch de Only Lovers Left Alive; en The Congress, de Ari Folman, y en We are what we are, remake domesticado de la muy caníbal cinta mexicana Somos lo que hay. Y en las dos «tapadas» de la inabarcable sección oficial, las sensacionales Magic Magic, de Sebastián Silva, y Cheap Thrills, de E.L. Katz.