Unos Goya de comedia

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El cine de humor manda en una gala marcada por la ausencia de Wert

09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La risa puede ser un buen antídoto contra las crisis y parece que en España se necesita el bálsamo de las carcajadas. Esta noche (La 1, 22.00 horas) la Academia de Cine entrega sus premios Goya y hay un género, el de la comedia, que se extiende por las candidaturas. Comedia es la favorita, La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo, y que opta a once premios. Uno más que Las brujas de Zugarramurdi, aunque en sus diez nominaciones no figuran ni la de mejor película o mejor director (Álex de la Iglesia). Y comedias son también Tres bodas de más y Vivir es fácil con los ojos cerrados, que, si hacen pleno, se llevarían a casa siete estatuillas, respectivamente.

Claro que comedia y drama nunca dejan de ser las dos caras de una misma moneda. Ahí están las ocho candidaturas de Caníbal, las siete de 15 años y un día y las seis de La herida para demostrarlo. La protagonista de esta última, Marian Álvarez, compite por el Goya a la mejor actriz, un premio en el que no solo es favorita por su talento, sino también porque llega a la gala después de haber ganado la Concha de Plata en San Sebastián, lo que tradicionalmente asegura también un triunfo en los Goya. Una tradición que en el caso de Antonio de la Torre juega en contra: podría llevarse a premio como protagonista o como secundario, pero otros intérpretes en su misma situación, como Federico Luppi o Ricardo Darín, se fueron de vacío. Le queda el consuelo de saber que en 1988 Verónica Forqué ganó los dos a los que era candidata.

Reivindicaciones y críticas

Pero la comedia no solo brilla entre las candidaturas, sino que también tiene butaca reservada para la ceremonia. El año pasado, presentadora de la gala -Eva Hache-, los diversos introductores de los premios y los propios galardonados, se esforzaron en su mayoría por vestir con humor sus quejas y reivindicaciones, al margen del discurso institucional del presidente de la Academia, Enrique González Macho, quien señaló la piratería y la subida del IVA al 21 % como dos grandes males que atenazan al cine español. En aquella ocasión el ministro de Cultura, José Antonio Wert, pudo escuchar como buena parte de esas críticas se personalizaban en su figura; hace escasamente un mes también fue abucheado en los premios Forqué, pero esta noche no se sentará entre el auditorio con el argumento de que mañana tiene una reunión importante en Londres. Quizá Wert se libre de oír las críticas, pero su ausencia difícilmente podrá impedirlas: si algo conseguirá, será precisamente exacerbarlas.

Diseño gallego para la gala

Además de ser vehículo de las reivindicaciones del sector, el foco puesto por unas horas sobre el cine español también le da la oportunidad de exhibirse con glamur y sofisticación. Para ello, además de los habituales números de música, baile y humor, la Academia de Cine ha contado con la colaboración de la Asociación de Creadores de Moda de España a la hora de elegir los diseños que lucirán presentadores y otros participantes de la gala. Manel Fuentes, que ejercerá de maestro de ceremonias, vestirá ropa de las firmas gallegas Roberto Verino, Florentino, Caramelo, Do Rego & Novoa y Adolfo Domínguez, al igual que otros rostros conocidos que se subirán al escenario.

En el terreno de las nominaciones, los gallegos que optan a premio son la productora ferrolana Abano, responsable del corto de animación O xigante; Cristina Trenas, Juan Pinzás y Tote Trenas, por la fotografía de New York Shadows; y Pablo Alén y Breixo Corral, guionistas de Tres bodas de más.

Entre comedia, drama y reivindicaciones, siempre hay un lugar reservado para la emoción, y ese se corresponde con el recuerdo a los profesionales del cine fallecidos el año anterior. El 2013 fue especialmente cruel: Sara Montiel, Alfredo Landa, Bigas Luna, Constantino Romero, Manolo Escobar, Pepe Sancho, Jesús Franco, Elías Querejeta...