Miriam Tey reaparece en la escena pública por su participación en la adaptación a la novela que le costara el puesto como directora del Instituto de la Mujer
18 abr 2014 . Actualizado a las 20:23 h.Once años después de que editar el libro Todas putas de Hernán Mingoya le costara su puesto como directora del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, vuelve a apostar por este título prologando la adaptación al cómic que ha hecho la editorial Dibbuks porque, como contado, «aquello fue surrealista».
Sin dudarlo y casi sorprendida, Tey reaparece en la escena pública por su participación en esta adaptación a la novela gráfica de Todas putas, obra de 15 ilustradoras que han estado dirigidas por la historietista Carla Berrocal, y que saldrá a la venta el 21 de abril.
«Los motivos por los que unos manipularon el tema fue por interés político. Ahora me alegro mucho de que haya unas mujeres que se hayan puesto a hacer esto para demostrar que, ocurra lo que ocurra en la vida, las mujeres tenemos cabeza para pensar y, desde cualquier punto de vista, poder hacer un análisis de la realidad independientemente de cual sea nuestro sexo», ha dicho Tey.
Así, la cabeza Tey (Barcelona, 1960), que fue pedida por partidos y organizaciones feministas por ser también en aquella época copropietaria de El Cobre Ediciones, que publicó la obra de Mingoya; vuelve ahora a recordar aquellos días en los que recibió «tiros» desde «la derecha», con los que trabajaba en aquella época, y «desde la izquierda», oposición en aquel año.
En el Todas putas de Dibbuks han participado nombres de la escena comiquera nacional y latinoamericana como Sheila Alvarado, Ana Galvan, Andrea Jen o Clara Soriano. Todas ellas, como las define la coordinadora del libro, 15 soles.
«En 2003 fue el momento de Hernán Mingoya y ahora es el nuestro. Hemos hecho lo que nos ha dado la gana, no es momento de la polémica. La prosa de Hernán es directa pero nuestro punto de vista es distinto porque son las interpretaciones de 15 autoras que aportan, por ejemplo, dulzura a un relato duro», ha especificado Berrocal en referencia al relato Porno del bueno.
Una obra de ficción
Pero si algo quieren dejar claro tanto Tey como Berrocal es que «se trata de un obra de ficción», algo que en su momento repitió la catalana ante las críticas que tachaban al autor de la obra de «violador y misógino».
«La ficción en la literatura y el arte tiene entre sus objetivos el ser trasgresora, ir más allá de los códigos bien pensantes. Lo que hacía esta obra -ha apuntado Tey- era pinchar en los lugares en donde la sociedad tenía puntos flacos y dolorosos. Y lo hizo de una forma histriónica, pero por supuesto que Hernán Migoya no es ni un maltratador, ni un misógino, evidentemente que no».
En este sentido, la ahora propietaria de la galería digital Ilustrados se pregunta: ¿Qué sería el pobre Santiago Segura con su personaje Torrente? Es un artista maravilloso, nada más faltaría que no pudiéramos distinguir entre el autor y el personaje maravilloso que crea.
Con Mingoya (que vive en Lima) y Tey apoyando esta nueva versión, Ricardo Esteban, fundador de la editorial Dibbuks, también refuerza esta afirmación de que se trata de una obra de »ficción« asegurando que «ahora, a diferencia de 2003, no va a pasar nada».
«Nadie se mete con 50 sombras de Grey y, sin embargo, ha provocado muchos divorcios en este país, y en todo el mundo. Aquí tampoco va a pasar nada y, como editores, tenemos que estar preparados para publicar lo amable y lo desagradable», ha destacado.
Preparada o no, Tey, consciente de que «el tiempo siempre va a favor de que las cosas se coloquen en su sitio», tiene claro que no quiere ser protagonista de este lanzamiento, sino que, «aparte de dar a conocer más a las artistas», quiere que esta nueva mirada femenina de Todas putas sirva para «darle una oportunidad» a Mingoya.