En el país se suceden los homenajes al protagonista de «El Chavo del 8», fallecido ayer
29 nov 2014 . Actualizado a las 20:36 h.ETERNO/MITO/ÍDOLO .. Roberto Bolaños simplesmente o CHAVES ???? Obrigado ! pic.twitter.com/uBscIGaOkW
— Neymar Jr (@neymarjr) noviembre 28, 2014
Tres presidentes -el mexicano Enrique Peña Nieto, el colombiano Juan Manuel Santos y el ecuatoriano Rafael Correa- dieron las gracias el viernes a Gómez Bolaños en nombre de millones de niños a los que hizo reír.«Leyenda antes de morir»Las portadas de grandes diarios de América Latina, como el brasileño Folha de Sao Paulo o el argentino La Nación, informaron el sábado en sus portadas del fallecimiento del «más popular de los comediantes», como le reconoció el rotativo colombiano El Tiempo. «Roberto Gómez Bolaños pertenece al selecto grupo de personas que se convirtieron en una leyenda antes de morir», iniciaba el perfil que le preparó el diario mexicano El Universal.La imaginación de Gómez Bolaños creó personajes y frases que forman parte del imaginario colectivo latinoamericano, como «Fue sin querer queriendo» (El chavo del ocho) o «Síganme los buenos» del Chapulín Colorado, un torpe y bienintencionado superhéroe que siempre ayudaba a los desamparados que exclamaban: «Y ahora, ¿Quién podrá defenderme?»Medios mexicanos recordaban cómo, en su época de mayor esplendor, los espectáculos de Gómez Bolaños conseguían llenar estadios alrededor del continente americano. En 1977 abarrotó dos veces el estadio de fútbol de Santiago de Chile -generando una gran polémica por presentarse durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet- y otras dos veces el Madison Square Garden de Nueva York en 1983.En 2005 fue invitado al programa televisivo de Diego Armando Maradona, «La noche del 10», donde el astro futbolístico argentino le confesó su admiración.Las series de Gómez Bolaños fueron exportadas a más de 25 países, incluidos Tailandia o Rusia, y en México llegaron a ser programadas en horario estelar por más de 25 años.A Gómez Bolaños se le bautizó como «Chespirito», mote que alude a un William Shakespeare de baja estatura, por su creatividad y su prolífica carrera en la que también fue escritor, dramaturgo, productor y director televisivo.