El saqueo de servidores de Sony también afecta a la nueva cinta de 007
15 dic 2014 . Actualizado a las 09:38 h.El primer enemigo de James Bond en Spectre (la nueva cinta del agente 007) no es un dictador de una paradisiaca y ficticia isla caribeña, un narcotraficante a escala mundial o un supervillano que, simplemente, quiere gobernar el planeta a su antojo. El primer dolor de cabeza del espía más famoso del mundo es un equipo de piratas informáticos, denominado Guardianes de la Paz, que han provocado a la todopoderosa Sony un soponcio enorme. El motivo es que estos villanos de la red, de origen desconocido se han dedicado a sacar de sus ficheros algunos de los secretos mejor guardados como los proyectos futuros, películas que se van a estrenar en los próximos meses o los sueldos de los actores.
Tal es la magnitud del ataque, que se produjo hace tres semanas, que hasta el sábado nadie se había dado cuenta de que el guión de la película número 24 de Bond también se había filtrado Los responsables de la cinta -en este caso Eon Productions- reconocieron que lo que se había filtrado un «primer texto» de los archivos de Sony Pictures Entertainment, que se encarga de la distribución a nivel mundial. La productora se mostró preocupada de que «terceras partes que han recibido el guión robado quieran publicarlo».
Públicamente, de la película poco se sabe. Daniel Craig vuelve a ser James Bond por cuarta vez; el malo será el austriaco Christoph Waltz y la francesa Léa Seydoux y Monica Belluci cierran el cuarteto protagonista, que desde hace una semana es dirigido por Sam Mendes. México, Italia, Marruecos o Austria. La película se estrenará el 23 de octubre.
Con estos robos, Sony se ha tenido que replantear todo su programa de seguridad, además de hacer frente a las extorsiones de los piratas cibernéticos. Cinco directivos recibieron un correo electrónico con amenazas tres días antes del ataque. «Si solo fueran hackers, habrían filtrado todo de una vez», aseguraba Sean Sullivan, experto en seguridad, al periódico The Guardian. Otros analistas aseguraban que la reparación de la brecha de seguridad le podía costar a Sony unos 80 millones de euros.
No es la primera vez que un proyectos se ve alterado por el robo de un guión. Quentin Tarantino decidió parar su próxima película a principios de año después de que se colgaran en una web 146 páginas de The Hateful Eight. El director se cogió un monumental enfado y amenazó con varias demandas por un valor de un millón de dólares. Después de serenarse, se replanteó el proyecto y decidió ponerse tras las cámaras. En principio, la película se estrenará el año próximo.