El sueño de metal de dos jóvenes se transformó en el Resurrection Fest

Mar García Balseiro
MAR G. BALSEIRO VIVEIRO / LA VOZ

CULTURA

PEPA LOSADA

Viveiro alberga desde mañana el mejor festival ibérico de «hardcore»

14 jul 2015 . Actualizado a las 15:18 h.

Los días previos a que el Resurrection Fest abra sus puertas marcan la diferencia con el trabajo realizado durante todo el año, dice Iván Méndez, director del festival más importante de ritmos extremos del territorio ibérico, y uno de los más importantes del circuito europeo. La décima, que suena a Champions, es la edición del festival más ambiciosa hasta el momento y deja detrás 15 meses de planificación intensa. «Nada puede fallar, hemos puesto mucho tiempo y mucho esfuerzo», recalca. Y para Viveiro y A Mariña hay 4,5 millones de razones, económicas, pero no solo, por la que el Resurrection Fest tiene fecha fija en el calendario. Motörhead, Korn y Refused y otras 77 bandas están listas para hacer vibrar desde mañana a las 55.000 personas que se esperan este año, procedentes de 35 países. Y todo empezó en el 2006.

El Resurrection Fest nació del sueño de metal de un joven de 18 años que quiso traer a su pueblo, Viveiro, a los neoyorquinos Sick of It All. Un problema médico frustró el concierto. «Se canceló dos días antes y nos llevamos un disgusto de varios meses. La gente creía que era un bulo, pero tocaron en noviembre», cuenta Iván Méndez. «Lo que queríamos era muy sencillo: yo tocaba en un grupo y queríamos que nuestro favorito viniera a Viveiro y nosotros tocar, no había otra ambición».

Después dudaron. «No teníamos nada claro qué hacer después. Sabíamos el trabajo que nos había dado y estábamos divididos, ¿lo dejamos aquí o seguimos?». Aquella segunda edición duró dos días: «Superó las expectativas, más gente de la prevista, más quebraderos de cabeza», y ya, el germen de lo que estaba por llegar. «Fue un método de ensayo-error, hacíamos lo que creíamos correcto, pero para esto no hay un manual, ni una carrera que estudiar». Instinto, y una filosofía que ha mantenido desde entonces: hacer un festival «como a nosotros, asiduos a conciertos y festivales todo el año, nos gustaría ver y oír».

La profesionalización del festival llegó en el 2010, con Down como cabeza de cartel y tres días de intensos conciertos. «Con este tipo de artistas ya no puedes jugar. O lo haces bien o no sigues». La juventud de los hermanos Iván y David Méndez llamaba la atención -«Al principio los representantes no nos tomaban en serio»- y también la localización del festival en Viveiro, un concello de 16.000 habitantes: «Un arma de doble filo».

La logística, «una pesadilla»

«Viveiro es de los sitios más bonitos donde se puede hacer un festival, la naturaleza, playas, la gente cuando viene alucina». El hándicap son las comunicaciones, «porque si miras el mapa de Europa, estamos en la esquina del todo, no es Madrid o Barcelona, con aeropuerto, autovía...». Cuadrar las giras europeas de grupos que «hoy tocan en Berlín y al día siguiente en Viveiro... la logística es una pesadilla, pero estamos orgullosos de poner a Viveiro en el mapa». Alguno de los grupos llegó en ediciones anteriores en avión fletado desde Rusia. Doble esfuerzo y doble éxito del festival, «pero seguiremos en Viveiro mientras la gente de aquí nos quiera». Los grupos «alucinan con el paisaje y la gastronomía, tan lejos del fast food americano». El pulpo, auténtica estrella Resu. Y algún cantante piensa en comprar casa en Viveiro.

Méndez destaca también el público. «Viene sobre todo a escuchar música, y el 85 % acaba una edición y piensa en volver». El primer anuncio en octubre, convirtió al Resurrection en trending topic mundial, hacen quedadas para conocer el anuncio de bandas. «Es increíble y estamos orgullosos».

Todo el equipo de producción del festival es muy joven. «Al principio éramos dos, mi compañero Iván [Pérez] que ahora no está y yo. En el segundo año formamos un equipo que a día de hoy seguimos siendo los mismos, y crecimos, evolucionamos como personas, al mismo tiempo que el festival, somos amigos, y eso marca la diferencia también con otros festivales».

Cuando el Resurrection Fest calle, en la madrugada del domingo, ellos seguirán activos porque algunos de los grupos aún seguirán en Viveiro. Tres días después, llega la reflexión: «Con la lista de cosas que hay que mejorar». Será la base de trabajo de la edición del 2016, teniendo en cuenta lo que quieren sus seguidores. Llevan años pidiendo a Metallica. «A ver, nuestro cartel no se basa solo en una banda, este año son 80 grupos, y a la hora de programar tiene tanta importancia la zona media como los cabeza de cartel. ¡Pero quién sabe!».