
Moleiro clona la obra fundamental de Martín Codax, la expone en Afundación y desvela la azarosa historia de estas cantigas de amigo
01 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Lo descubrió un librero, Pedro Vindel, que a los 20 años no sabía leer. Es un pergamino que fue usado para forrar un libro de Cicerón, De Officiis. El musicólogo catalán Rafael Mitjana se lo compró en Madrid al librero para llevárselo a Suecia. Durante décadas allí estuvo el Pergamino Vindel, casi perdido, hasta que lo subastaron y la librería de Estocolmo Sandbergs Bokhandel lo adquirió por 78 coronas suecas. Es «el precio de unas cervezas», apuntaba ayer Manuel Moleiro, el editor que ha clonado esta obra del mayor cantor de la Galicia medieval. Desde hoy expone en la sede de Afundación, en A Coruña, Tesoros ocultos: los manuscritos iluminados más valiosos de Europa. Uno de ellos son las cantigas de amigo de Martin Códax que forman el Pergamino Vindel, cuyo original fue adquirido en 1977 por la Morgan Library de Nueva York, donde sigue, tras un recorrido tan azaroso como los lamentos de la protagonista de los versos: «Ondas do mar de Vigo, / se vistes meu amigo? / e ai Deus, se verrá cedo?...».
El Pergamino Vindel «clonado con láser», indicaba Moleiro, va acompañado de los estudios de cinco especialistas, coordinados por Mariña Arbor, profesora de filología gallega en la Universidad de Santiago y autora de un texto en el sintetiza para el lector no especializado «las cuestiones fundamentales relativas a la poesía lírica gallego-portuguesa», escribe el profesor emérito Harvey L. Sharrer en el prefacio de dicho volumen.
O enigma desvelado: O Pergamiño Vindel es el título de la conferencia que pronunciará esta tarde, 19.30 horas, en Afundación, Mariña Arbor. Esta experta adelantaba ayer que son muchas las cuestiones que estos estudios han desvelado de estas cantigas de Martin Codax, datadas en el siglo XII: «Por primeira vez aquí se reunen estudios que contemplan o manuscrito en tódalas súas vertentes: o punto de vista histórico, o punto de vista da escritura, da música e o propio texto como tal». También reconocía que para ella, «que estudiei o Concionero de Ajuda, o estudio do Pergamino Vindel foi un auténtico descubrimento, abriume moitas perspectivas». Apuntaba asimismo Arbor como en los momentos en los que se escriben estas cantigas «a lingua da lírica era o galego» y que solo se escribía en esta lengua.
Otras cuestiones que destacan los estudiosos de estas cantigas de amigo es que proceden de un escritorium que contaba con medios, tanto humanos como materiales, ya que tenía dos copistas, dos rubricadores y un músico. Seis de las cantigas tienen música «moi complexa». Del estudio de la misma se ha encargado Antonio Calvia, investigador de Filología musical. Completan los estudios especializados sobre el pergamino los trabajos de Simone Marcenaro, que aborda la descripción codiciológica, y Antonio Ciaralli, que afronta la paleográfica y Rip Cohen que se encarga de la edición y comentario.