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«Ya nadie canta 'Soy un truhan, soy un señor' sin unirla a nuestros gestos»

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

QUIQUE FIDALGO

Tricicle inicia el viernes la gira gallega con el que, según apuntan, será el penúltimo montaje de su carrera

09 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estará uno de ellos». La entrevista arrancaba, como cada espectáculo de Tricicle, con sorpresa. Y resultó que uno de ellos era Joan Gracia (Barcelona, 1957) que lleva 37 años compartiendo escenarios con Carles Sanz (Badalona, 1955) y Paco Mir (Barcelona 1957). Ellos son Tricicle, que esta vez han unido a su humor gestual los juegos con las últimas tecnologías, muchos efectos sonoros y palabras que rompen los clásicos silencios del trío. El resultado es Bits. «Probablemente sea la representación en la que más se escucha hablar a los miembros de Tricicle, aunque son diálogos pequeños y anecdóticos», desvela Gracia. El próximo viernes, a las 20.30 horas, actúan en el teatro Colón de A Coruña, donde el sábado harán doble función: 18 y 20.30 horas. La próxima semana actuarán en Pontevedra (días 15 y 16) y Vigo (días 18 y 19).

-¿Cuánto llevan con esta gira?

-En julio hará cuatro años que empezamos con Bits.

-¿Cuánto dura cada montaje?

-Cuatro años, más o menos, entre que hacemos Madrid, Barcelona, Valencia, los sitios donde estamos más tiempo, y nos dedicamos a hacer un poco de vacaciones en verano.

-Eso de que este es el último espectáculo ¿es cierto o es solo para que vayan a verles?

-Bueno, bueno... Es que ya somos mayores. En el teatro físico que hacemos ya no podemos saltar tanto. Vamos a hacer un espectáculo más, de hecho lo estamos preparando, como de grandes éxitos: lo mejor de Tricicle en estos 37 años que llevamos juntos. Con este espectáculo estaremos dos o tres años más. Bajaremos un poco el ritmo -ahora trabajamos muchísimo durante todo el año- y compaginaremos más la actuación con la dirección y la producción, pero sin dejar el teatro nunca.

-Estas actuaciones, ¿les suponen mucho desgaste?

-Sí, sí, por supuesto. Somos tres, estamos hora y media y hacemos quince sketches. El ritmo es no solo de la actuación sino de los cambios... Porque cuando uno está actuando el otro se está cambiando. Es casi como una maratón de hora y media. Y, por suerte, estamos físicamente bien.

-¿ Y «Bits» es más lento?

-Siempre que empezamos a plantear un espectáculo decimos que lo haremos tranquilo, pero luego resulta que empieza tranquilo y después va a esprint.

-¿Por qué el número homenaje a Luthiers en este espectáculo?

-Son un referente y somos amigos. Ellos cantan, son músicos, y nosotros todo lo contrario. En cambio el sentido del humor y el humor que utilizamos son parecidos, es de cosas que le pasan a la gente: que se enamora, que tropieza, que ríe, que llora, que compite, que se enfada... Jugamos con la absurdidad, nosotros desde las situaciones, ellos desde la palabra, tenemos un humor muy parecido o al menos nos entendemos muy bien.

-¿Pensaron en actuar juntos?

-Hace tiempo que en una cena de estas... Después de haber comido y bebido nos dio por plantear un espectáculo juntos. Al día siguiente, cuando ya el ánimo baja, nos dimos cuenta que nuestras agendas son un poco diferentes y nos es difícil. Como esto algún día lo haremos, nosotros nos atrevimos a hacerles un homenaje. Nos apetecía hacer de Luthiers y hemos hecho un número, en el que la voz es de Marcos Mundstock [uno de los Luthiers] y que tiene más o menos un 60 % de cosas de ellos y un 40 % de cosas nuestras. Ellos han visto el número y les gusta. Además, el 20 de marzo están actuando en Barcelona y nosotros el día anterior en Vigo. Por la mañana cogemos el avión, nos vamos allí y hacemos este número con ellos. Será la primera vez que actuamos juntos.

-En el próximo montaje, ¿estarán sus números emblemáticos?

-Sí, incluida la canción de Julio Iglesias Soy un truhan, soy un señor. Ya no hay nadie que cante esta canción que no la una a nuestros gestos; va pegado. Hay muchas cosas que han quedado en la mente de la gente como puntos de humor. Hemos hecho ocho espectáculos y todos han funcionado muy bien y hemos podido girar no solo por España sino por el mundo. Y no hemos tenido que cambiar nada porque las cosas que la pasan a un ser humano le pasan tanto a un chino como a un gallego, como a un catalán.