
Afundación inauguró ayer una exposición retrospectiva que conmemora los 100 años del nacimiento del pintor gallego
08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Fundación Galicia Obra Social, más conocida como Afundación, inauguró ayer la muestra Lago Rivera: No principio dun mundo, 1916-2016. La exposición, organizada para conmemorar los cien años que se cumplen desde el nacimiento del artista coruñés Antonio Lago Rivera, está conformada por 53 obras.
Casi como si de una historia se tratase, «la muestra está concebida de forma cronológica, y refleja a la perfección la evolución de Lago Rivera como artista», tal y como explicaba ayer Carlos Bernárdez, comisario de la exposición.
De hecho, la versatilidad del autor permite incluso hablar de él como si tuviese cuatro personalidades totalmente distintas capaces de desarrollar obras con influencias muy variadas. Sin embargo, su primera etapa se considera de las más especiales, puesto que en ella son muy recurrentes los paisajes gallegos, sobre todo las ambientaciones en la zona de San Pedro de Nós. Aún así, Bernárdez reconoce que «Lago Rivera siempre fue un artista capaz de adaptarse perfectamente a la época que le tocó vivir. De hecho, su trayectoria como artista se inició en un momento complicado para la divulgación de la cultura», en referencia al franquismo.
Cuatro décadas de historia
Muchos fueron los asistentes que acudieron al evento, entre ellos el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, que no dudó en homenajear al pintor por «arroxar, coas súas obras, luz a un período cheo de tebras». Pero Feijoo no olvidó a otros grandes representantes de la época, como fue el caso de Miguel González Garcés, a quien dedicó unas sentidas palabras.
La familia de Lago Rivera tampoco quiso perderse esta conmemoración, y el hijo del pintor, Pierre Lago Rivera, explicó que para él, «esta exposición supone una recopilación» de sus propios recuerdos y, por supuesto, «de la historia» de su padre. Y es que, aunque han pasado ya casi tres décadas desde el fallecimiento del pintor, su hijo le recuerda como «una persona simpática y muy cariñosa. Me acuerdo de que él expresaba todos sus sentimientos a través de la pintura», cuenta el joven, con nostalgia.
La exposición permanecerá abierta hasta el 10 de septiembre, y aunque la entrada es de libre acceso, los interesados podrán concertar visitas guiadas.
Además, tal y como explica Bernárdez, «utilizamos esta presentación para dar a conocer a Lago Rivera. Aparte de en A Coruña, creemos que no está lo suficientemente reconocido, y eso que su trabajo trascendió las fronteras de España».
Eso sí, Afundación consiguió ayer el aforo completo por la muestra de un pintor que muchos coruñeses recuerdan con especial cariño tanto por su trayectoria como por su importancia dentro del panorama artístico gallego.