La cantante falleció en un accidente de tráfico cuando regresaba de un concierto en Vigo en agosto de 1976. «Este ha sido uno de los shows más bonitos de mi vida», declaró tras la que sería su última actuación, hace 40 años
02 ago 2016 . Actualizado a las 18:57 h.«Este ha sido uno de los shows más bonitos de mi vida», dijo una emocionada Cecilia ante el público que la madrugada del 2 de agosto de 1976 llenaba la sala Nova Olimpia de Vigo. La artista, de nombre Evangelina Sobredo, tenía 27 años y estaba en lo más alto de su carrera, que se truncaría solo unas horas después en una carretera de la provincia de Zamora, cerca de Benavente, hace este martes 40 años.
Al público gallego le dejó aquella noche sus grandes éxitos, como Dama, dama y Mi querida España y, según cuenta la prensa de la época, Cecilia encargó incluso al propietario de la sala de fiestas viguesa que buscara un terreno para que sus padres pudieran hacerse una casa con vistas a las islas Cíes.
La cantautora, que alcanzó el éxito definitivo en 1975 con la célebre Un ramito de violetas, tenía vínculos estrechos con Galicia porque su padre, José Ramón Sobredo, tenía orígenes gallegos y su madre, Dolores Galanes, tenía dos hermanos en Vigo nacidos del segundo matrimonio de su padre.
Según recordaba hace unos años uno de sus tíos vigueses, Miguel Galanes, la noche del que fue su último concierto, al que fueron invitados por la artista, Cecilia estaba muy nerviosa por los compromisos que le esperaban al día siguiente en Madrid y ni siquiera pasó la noche en Vigo.
Tras el concierto, en torno a las tres de la mañana, ella y su banda abandonaron la ciudad en un Seat 124 con matrícula M-2342-AX. A la altura del pueblo zamorano de Colinas de Trasmontes el vehículo chocó contra un carro de bueyes que circulaba sin luces. Tanto el coche como el carro quedaron «totalmente destrozados», según las crónicas de la prensa, y la cantante murió en el acto. También falleció su batería, Carlos de la Iglesia, y resultaron heridos otros dos ocupantes del coche y la pareja de campesinos que iban en el carro.
La muerte de la artista, que nació en octubre de 1948 en Madrid y está enterrada en el cementerio de La Almudena, dejó desolada a buena parte de la sociedad española por la enorme popularidad de Cecilia, que pasó su infancia por varios países debido a la labor diplomática de sus padres y que escribió sus primeras canciones en inglés.
Cuarenta años después de su muerte, sus canciones siguen formando parte de la cultura popular de una época y han sido versionadas con mayor o menor éxito por numerosos artistas, como Manzanita, que en 1981 hizo su particular interpretación de Un ramito de violetas.
Para mantener viva su memoria los hermanos de la familiarmente conocida como Eva mantienen una página web con diverso material audiovisual sobre la artista. Con motivo del cuarenta aniversario de su muerte han recuperado una entrevista realizada a la artista en 1973 en Radio Nacional de España y que no volvió a emitirse desde entonces.