Resulta patético verlo al mando de un vehículo tristemente gripado. Miras a ese hombre cincuentón y te preguntas que lo impulsa a meterse en un producto tan desangelado
13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Nunca vuelvas atrás. Tom Cruise debería haber seguido ese consejo. Resulta patético verlo al mando de un vehículo tristemente gripado. Miras a ese hombre cincuentón y te preguntas que lo impulsa a meterse en un producto tan desangelado. ¡Pero, hombre, Tom, si ya tienes la sexta entrega de Misión imposible en preproducción para hacer caja! Pues no, parece que a Cruise no le bastaba con Ethan Hunt y tuvo que poner de nuevo en la carretera a su anodino héroe Jack Reacher, haciendo dedo, a ver hasta donde lo llevan las botas. Si la primera entrega cinematográfica del personaje literario creado por Lee Child aún tenía medio pase -gracias a villanos como Werner Herzog-, esta segunda parte del aprendiz de Jason Bourne es tan aburrida y blandita que deja mal cuerpo. Seguramente no se lo podemos reprochar a la dirección artesana de Edward Zwick - autor de Tiempos de gloria o El caso Fischer- sino a los disparatados diseños de producción que se les ocurren a las actuales comadres ejecutivas de Hollywood.
Y eso que la secuencia inicial prometía: dos tipos noqueados en la calle, el sheriff chulito que identifica al hombre que los mandó a dormir -el lector ha acertado: Tom Cruise- y que perita las pertenencias del forastero: un carné caducado, treinta y ocho dólares y un cepillo de dientes. Sonríes un poco. Pero solo cinco minutos después ya nada nos volverá a interesar, ni siquiera la amiguita del protagonista -la Cobie Smulders de la serie Como conocí a vuestra madre, cada vez más parecida a Demi Moore-, una oficial del ejército acusada de robar información clasificada. Y casi sin recursos encontramos a la adolescente Danika Yarosh -gracias del guion, podría ser la hija de Reacher- o al cazador letal Patrick Heusinger. Un flashback en Afganistán, unos platos rotos en la refrigeradora de una cocina, dos chistes cuarteleros -«me desperté una mañana y no me gustó como me quedaba el uniforme», dice el ex militar Reacher- y la preceptiva persecución final entre el desfile de los muertos de Nueva Orleans (fusilando la apertura del último Bond) son la pobre parte del león que nos queda.
«Jack Reacher 2: Never go Back»
EE.UU., 2016.
Director: Edward Zwick.
Intérpretes: Tom Cruise, Cobie Smulders, Danika Yarosh, Aldis Hodge, Sue-Lynn Ansari, Robert Knepper, Madalyn Horcher, Patrick Heusinger.
Acción. 118 minutos.