Adele rompe su Grammy para compartirlo con Beyoncé

La Voz AFP

CULTURA

LUCY NICHOLSON | Reuters

La cantante británica, gran vencedora de los Grammy, lamentó el fracaso de su compañera con un sentido discurso

13 feb 2017 . Actualizado a las 13:59 h.

Adele arrasó este domingo en todas las categorías en las que estaba nominada en los Grammy, pero lo cierto es que le costó creérselo. En sus emocionados discursos insistió siempre en que su ídolo Beyoncé lo merecía más. En una noche en las que los discursos en contra de Donald Trump fueron una constante, las baladas de despecho de la británica consiguieron imponerse al discurso osado, crítico y político de Beyoncé, que una vez más se quedó sin ganar el álbum del año.

Adele por su parte ganó las tres principales categorías (álbum, canción y grabación) por segunda vez, después de arrasar en el 2012. Es la única artista en lograrlo y suma en total 15 estatuillas. 

«No puedo aceptar este premio (...), mi vida es Beyoncé y su álbum para mí, Lemonade, fue monumental y un apoyo para el alma, pudimos ver otro lado de ti que no siempre nos dejaste ver y te lo agradecemos», le dijo Adele a la diva del pop al recibir el gramófono por su disco 25 en la categoría más prestigiosa del premio. No se conformó con las palabras. Porque Adele partió su Grammy a la mitad. La revista People asegura que lo hizo para compartirlo con Beyoncé, mientras que otros rotativos creen que fue de forma accidental y fruto de la emoción.

Lemonade es de hecho el disco más osado de la carrera de Beyoncé. Este trabajo se enfocó en las dificultades y la resistencia de las mujeres negras, cantándole a su poder de superar a un padre duro, un marido lujurioso y una larga historia de persecución. La artista de 35 años terminó con dos galardones. Ganó Mejor Álbum Urbano Contemporáneo con este disco que fue además su mayor aproximación al hip-hop pero que al mismo tiempo coqueteó con el rock y hasta con la música country.

Ganó también con el videoclip de Formation, que hace tributo al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) con imágenes de policías levantando los brazos, como rindiéndose, frente a un niño negro. «Mi intención con el videoclip y el álbum era crear un cuerpo de trabajo que le diera voz a nuestro dolor, nuestra lucha, nuestra oscuridad y nuestra historia, enfrentar temas que nos son incómodos», expresó.

La de Beyoncé fue la primera aparición pública desde que anunció por las redes sociales que estaba embarazada. Y lo hizo por todo lo alto. Con una extravagante actuación con toques de espiritualidad india y del Egipto antiguo. La cantante de 35 años, que ganó fama con un pop sazonado con R&B, ha ganado 20 Grammys en su carrera, aunque ha perdido en las principales categorías como álbum y grabación del año.

«Mi álbum del año era Lemonade, así que una parte de mí murió como fanática de Beyoncé», expresó la cantante después a los periodistas, insistiendo en cómo ha sido una fanática fiel desde los 11 años.

¿La maldición de Adele?

El primer acto de James Corden fue precisamente una sátira de los errores que pueden pasar en una transmisión en vivo: el elevador de la tarima se trabó, se le cayó un zapato y el micrófono falló. Parecía una premonición de lo que le pasaría con Adele, que detuvo su actuación en homenaje a George Michael con una palabrota para volver a comenzar, y con James Hetfield, el vocalista de Metallica, cuyo micrófono no funcionó en su presentación con Lady Gaga.

Después del micrófono que se cayó sobre su piano el año pasado y su voz desafinada, esta vez ocurrió fue cuando comenzó a cantar Fastlove.  «Sé que es televisión en vivo. Lo siento, pero no puedo repetir lo del año pasado», dijo agarrándose la cara. Tras una breve vacilación, su orquesta se detuvo y empezó de nuevo. El problema no estuvo claro enseguida. El apoyo de la audiencia que la arropó de aplausos apartó cualquier espanto. 

Adele había abierto la transmisión con Hello sin problemas. Le siguió el monólogo rapeado de Corden con condimento anti-Trump para dar paso a Jennifer Lopez, que presentaría la primera categoría: Mejor Artista Nuevo. «No hay tiempo para la desesperación, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad de silencio ni lugar para el miedo. Nosotros hacemos el lenguaje. Así es como sanan las civilizaciones», aseguró antes de dar el nombre del ganador.

Antes de la gala, en una ceremonia previa en la que se repartieron la mayoría de los premios, incluidos los latinos, Jesse&Joy, el popular dúo mexicano-estadounidense, también quiso dar un discurso a favor de los inmigrantes y los latinos. «Muy orgullosos de ser mexicano-americanos. Esto va para todos los hispanos allá fuera, en este país, a cada grupo minoritario, estamos con ustedes», dijo Joy en inglés al recibir el premio a Mejor Álbum Pop Latino con Un besito más.

El colofón vino con Tribe Called Quest y Anderson .Paak, que hicieron un show muy político que incluía una demolición simbólica de un muro -el que prometió Trump en la frontera con México- y un llamado a «resistir».