Con «La idea de un lago», Milagros Numenthaler insiste en el dolor de la pérdida, con un guion propio tomado de un poema de Guadalupe Gaona
12 abr 2017 . Actualizado a las 07:52 h.Realmente, la memoria cinéfila se nutre de retazos, de planos, de escenas y de secuencias. La danza acuática de la niña protagonista con un Renault 4 sobre la superficie de un lago es para recordar. Más allá de su valor onírico, da la talla de una cineasta dotada de mirada singular, la necesaria para sentirnos cómplices de la intensa peripecia emocional en su presente de mujer que espera el nacimiento de su hijo y proyecta un libro fotográfico centrado en su embarazo, y el feliz pasado familiar de años atrás, a las orillas de un lago, marcado después por el trauma de la repentina desaparición del padre a manos de la dictadura. Con su segunda película, la argentina Milagros Numenthaler -premiada debutante con Abrir puertas y ventanas, ganadora en Locarno en el 2011-, insiste en el dolor de la pérdida, con un guion propio tomado de un poema de Guadalupe Gaona. Imponiéndose a la palabrería hueca e irritante a que abocan tramas parecidas, en La idea de un lago se impone un inteligente uso de la cámara y de la música, en un tempo narrativo que acrecienta las dimensiones del drama, sin aspavientos ni estridencias.
Empatamos con Inés y sus anhelos en torno a la ausencia paterna y no podemos evitar referencias, temáticas y de estilo, a Víctor Erice y su magistral El Sur (1983), cuando esta Inés regresa a su infancia, como aquella otra Estrella que intuía un secreto oculto en su padre. El mundo visto a través de unos ojos inocentes, que incluso se esconde en el bosque todo un día para no ser encontrada, como hacía la de Erice, ocultándose bajo la cama. Regresando al lúcido modo de mirar de su autora, está el gusto por el detalle, por las pequeñas cosas que van levantando la estructura emotiva que discurre sobre el filme como un mantra poético. Es también, otra vez, la evidencia de que al cine, en su capacidad para sugerir, le basta con un guion bien trabado al servicio de imágenes sutiles, en donde la verdad transcurre tan plácida como tierna, tan brutal como dolorosa al mismo tiempo. Con talento, naturalmente.
Ficha técnica
«LA IDEA DE UN LAGO». Suiza-Argentina, 2016. Directora: Milagros Mumenthaler. Intérpretes: Juan Berberini, Carla Crespo, Rosario Bléfari, Juan Greppi, Malena Moirón, Joaquín Pok. Drama. 82 minutos.