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La quiebra de la matriz de Everest certifica el final de una casa editorial de referencia

G. Novás REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Con medio siglo de historia, el sello estaba centrado en publicaciones educativas

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La declaración del concurso de acreedores para Grupo Everest de Comunicación -sociedad que integraba la emblemática Editorial Everest, de raíces leonesas- por parte de un juzgado de lo mercantil de Madrid certificó hace unos días el final de una editora de referencia en el ámbito de la educación infantil y juvenil, con casi sesenta años de antigüedad. La matriz había sido condenada hace ahora un año a devolver 13,5 millones de euros a tres filiales que habían suspendido pagos en el 2015 en cuanto que el juez estimó que procedían de un traspaso de fondos realizado de forma indebida. Los hermanos Miguel y Alberto López Varela (hijos del fundador) también salieron señalados por su negligencia en la gestión que agravó, según detallaba el Diario de León, la situación de la histórica empresa, que vio cómo se declaraba la extinción laboral definitiva de su plantilla, vendía la maquinaria y daba salida a su stock de libros.

La filial gallega apostó por el idioma propio

Everest no solo jugó un papel destacado en las escuelas de la transición democrática (y hasta no hace mucho), sino que apostó por los idiomas cooficiales editando en las lenguas de Galicia, Cataluña y País Vasco (también en portugués). Everest Galicia -con sede en la avenida de Arteixo, en A Coruña- trabaja en el mercado editorial de la lengua propia y -en atención a su especialidad- se centraba en el tramo infantil y juvenil, en los textos educativos, y de apoyo escolar -eran muy populares sus diccionarios-, y en algunos campos como la gastronomía. Agustín Fernández Paz, Manuel María, Lino Braxe, Xabier Docampo, Manel Cráneo, María Canosa, Ledicia Costas y Francisco Fernández Naval son algunos de los autores de su amplio catálogo, donde encajaban igualmente el cómic y traducciones al gallego de obras de Michael Ende, Andersen, Defoe o los hermanos Grimm. También los cuentos protagonizados por el exitoso personaje televisivo Caillou.