«No me toques»

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

En este nuevo relato de Camilleri, el protagonismo lo acapara la vida de una enigmática mujer cuya exploración es todo un homenaje a la condición femenina

09 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No hace mucho que Salamandra publicó Un nido de víboras, última entrega del comisario Montalbano vertida al castellano. Poco después, de la mano de Ediciones Destino, llegó la novela No me toques [Noli me tangere], en la que Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) deja descansar al carismático funcionario policial del pequeño municipio de Vigàta. Queda claro que quien no sabe reposar es Camilleri, cuya imaginación no parece nonagenaria sino que rebosa ideas e historias casi siempre pegadas a la realidad social y política de su país (y de Europa). Él nunca es equidistante con las injusticias y los abusos que padecen los ciudadanos de a pie, e incluso, diríase, los más desprotegidos. En este nuevo relato (publicado en Italia en el 2016) el protagonismo lo acapara la vida de una enigmática mujer, Laura Garaudo, cuya exploración es todo un homenaje a la condición femenina. Laura -investigadora del arte- desaparece de un modo misterioso y su esposo -Mattia Todini, afamado escritor y mucho mayor que ella- queda abandonado en el  desconcierto. Camilleri utiliza a otro sagaz comisario, Luca Maurizi, para resolver un entuerto que semeja inicialmente asociado a Fra Angelico (de su fresco Noli me tangere tomaron el apodo que daban a Laura en su época de estudiante, por su gran belleza y sus muchos pretendientes). El escritor no renuncia a las herramientas del género negro, aunque la estructura narrativa no es lineal. En su reconstrucción de los hechos, en su búsqueda, Camilleri baraja pequeños relatos o piezas fechados pero no ordenados cronológicamente -que incluyen cartas, despachos de agencias de noticias, correos electrónicos, flashbacks, recortes de prensa, mensajes telefónicos, anotaciones, entrevistas periodísticas, retazos de un texto teatral-. Una novela que, con un deje de informe policial, trata de entender a una mujer que, aun teniéndolo todo, sentía que le faltaba algo.