«Lady Bird» es una historia sobre las dudas de una chica que está a punto de cumplir dieciocho y debe enfrentarse a la Universidad y a los designios de una mamá sobreprotectora y omnipresente
04 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Lady Bird es como un cruce de Ghost World con Carrie, una historia sobre las dudas de un patito feo -aunque Saoirse Ronan no sea fea, pero sí muy rara y ectoplasma- que está a punto de cumplir dieciocho y debe enfrentarse a la Universidad y a los designios de una mamá sobreprotectora y omnipresente. La película semiautobiográfica, escrita y dirigida por la notable actriz Greta Gerwig -musa del indie norteamericano con Frances Ha, Maggie’s plan o Mistress América- incide con ternura descarnada en las dificultades del ingreso en el mundo adulto. Ronan encarna de maravilla -está propuesta al Óscar, pero ahí está Frances McDormand para recibirlo- la impaciencia, la inseguridad y la confusión juveniles, equivocándose, hiriéndose de manera patética y conmovedora, en la torpe búsqueda de la aprobación. Su mirada desesperada y golosa brillando ante los pequeños pasteles del mundo son la principal arma de la película. El guion es muy ágil y sincero -también tiene una nominación al Óscar, pero perderá ante Déjame salir o Tres anuncios en las afueras- aunque quizá hace demasiadas concesiones a los guiños cool y al tono guay. No obstante, el segundo filme dirigido por Gerwig está sobrado de soltura y, aunque juega el juego desmañado habitual de las composiciones de la actriz, resulta brillante en bastantes ocasiones, especialmente aquellas en las que hace una relectura desvergonzada de clásicos como los mencionados o como Sonata de otoño.
No, tampoco Laurie Metcalf -la madre del edípico Sheldon Cooper en The Big Bang Theory- se llevará el Óscar -hay otra madrastra genial esperando, la Allison Janney de Yo, Tonya- pero tanto ella como Tracy Letts -el papá cariñoso, deprimido y derrotado- o el niño rico y mimado Timothée Chalamet -propuesto al Óscar por Call Me By Your Name- ofrecen breves y sólidas encarnaciones. Sí, hay muchos grandes personajes poblando el villorrio natal de Gerwig y de su alter ego -Lady Bird, como se hace llamar la soñadora heroína interpretada por Ronan-, cárcel afectuosa pero envenenada, como sugiere la cita de Joan Didion que abre la película: «El que hable del hedonismo de California jamás ha pasado la Navidad en Sacramento».
«LADY BIRD»
EE.UU., 2017.
Directora: Greta Gerwig.
Intérpretes: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Lucas Hedges, Tracy Letts, Beanie Feldstein, Timothée Chalamet, Lois Smith, Odeya Rush, Stephen Henderson.
Comedia dramática.
93 minutos.