Las raíces gallegas de Pessoa

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Paco Rodríguez

El profesor Carlos Quiroga desvela los vínculos familiares y literarios del autor portugués y de sus heterónimos Álvaro de Campos y Alberto Caeiro con varios lugares de Galicia

25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Transcurridos 82 años de la muerte de Fernando Pessoa (1888-1935), el libro Raízes de Pessoa na Galiza, del profesor y escritor Carlos Quiroga, publicado por la editorial santiaguesa Através, aclara los principales vínculos familiares y literarios con Galicia del canonizado escritor portugués. Incluye los de Alberto Caeiro y Álvaro de Campos, dos de sus más conocidos y celebrados heterónimos: autores de ficción a quienes dota de biografía y otros elementos característicos, además de obra propia, y que son uno de los principales motivos de su actual reconocimiento internacional. Quiroga investigó en los últimos años en Galicia, Portugal y Azores. Los primeros frutos de su trabajo los expuso en un congreso internacional sobre la revista Orpheu, en la Universidade de São Paulo, en el 2015.

Pessoa comunicó en 1914 a su colega Armando Cortes-Rodrigues (1891-1971) que, por línea materna, era descendiente «de uma família emigrante da Galiza». Se difundió en 1944, al editarse el epistolario entre ambos poetas, pero a esa ascendencia gallega no se le prestó excesiva atención, ni siquiera en Galicia, señala Quiroga. Madalena Xavier Piñeiro, a quien se refería, era nieta de Caetano Dionísio de Lens, el tatarabuelo por tanto de Pessoa, natural de Outes. El padre de Caetano se había casado en este municipio, pero su familia procedía de Negreira; enviudó, y su esposa y su hijo emigraron a Portugal.

Quiroga documenta cómo Caetano firma también como Caetano José Pinheiro, supuestamente nacido en Coímbra. Durante años mantuvo ambas identidades. Esa dualidad le favorecía para ejercer en el Ejército portugués, donde llegó a capitán; entre otros motivos que esgrime Quiroga. En Portugal se casó tres veces. De la segunda esposa tuvo siete hijos, y de ahí seguiría la descendencia hasta Pessoa. Quiroga evidencia que en Galicia hay más personas que estarían emparentadas, aunque lejanamente, con Pessoa.

La relación de Alberto Caeiro y Álvaro de Campos con Galicia se debió a la mediación de Alfredo Pedro Guisado (1891-1975), nacido en Lisboa, de padres gallegos. Su familia regentaba el restaurante Irmãos Unidos en Lisboa, donde se reunían Pessoa y su grupo (entre quienes figuraba Guisado) y donde surgió la idea de lanzar la revista Orpheu, para la que aportó financiación la familia de Guisado. En ese restaurante se divulgó que la emblemática Ode triunfal (publicado en Orpheu) era del ingeniero Álvaro de Campos, residente en Vigo; y para darle autenticidad estaba escrita en papel timbrado del Ateneo vigués, que el abogado gallego Amado Garra había enviado a Guisado.

En 1971, Guisado le explicó en Lisboa el proceso a Francisco Fernández del Riego, quien años antes había colaborado con el profesor Rodrigues Lapa para estudiar la genealogía de Pessoa; y Del Riego lo relató en diciembre de 1988 en La Voz de Galicia, año del centenario de Pessoa.

Además, Guisado ayudó a la «fabricación» de Caeiro, más prolongadamente construido (refiere incluso una supuesta entrevista posterior en un hotel de Vigo), y a quien Quiroga relaciona con el canónigo compostelano Manuel Caeiro, figura relevante en el tiempo del año santo de 1915. En tal sentido, Quiroga enfatiza el «reiterado recurso à Galiza como patria poética de contribuintes literarios da galeria pessoana».

Un enigmático texto pendiente todavía por resolver

Carlos Quiroga admite todavía un enigma: un texto sobre la revista Orpheu, traducido del portugués al castellano, que atribuye a Pessoa y que, según consta en una anotación en un recorte conservado en la Biblioteca Nacional de Lisboa, en el legado de Pessoa, se publicó en un periódico gallego, que este investigador no ha conseguido identificar, a pesar de consultar numerosas cabeceras. De confirmarse la autoría de Pessoa y el diario gallego, sería su primer texto publicado fuera de Portugal, y se debería en este caso a la mediación de otro intelectual gallego, el rianxeiro Eduardo Dieste, hermano de Rafael, según documenta.

Alfredo Guisado mantenía estrechas relaciones con Galicia y favoreció asimismo la divulgación en forma de reseñas de esa revista. La primera noticia del grupo de Pessoa fuera de Portugal se publicó en Vida Gallega, ya en 1914. Entre quienes opinaron de la célebre Orpheu, publicación emblemática del grupo modernista portugués, se encuentra el médico y escritor Barcia Caballero, en su condición, en 1915, de director del Psiquiátrico de Conxo. En aquel tiempo, a los integrantes del rompedor grupo modernista incluso les consideraban locos en Portugal.

Comenzó así, temprano, el interés por Pessoa y su grupo en Galicia. Entre los pessoanos (especialistas en el escritor portugués) gallegos resalta Carlos Quiroga, quien ya dedicó su tesis doctoral a un estudio lexicométrico y de vocabulario de Pessoa ortónimo y heterónimo, que defendió en 1994 en la USC. Destaca asimismo, en el exilio, el ferrolano Ernesto Guerra da Cal: fue el primer crítico que divulgó a Pessoa en lengua inglesa, en una publicación especializada de la Universidad de Columbia, en 1947; y el primero que tradujo poemas portugueses de Pessoa al inglés, en 1960, en una antología difundida en Nueva York, por lo que está reconocido en Portugal como «pioneiro pessoano».