Brueghel el Viejo vuelve a triunfar con la muerte en el Prado

G. N. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El museo presenta la excepcional tabla del pintor flamenco tras someterla a un complejo proceso de restauración

29 may 2018 . Actualizado a las 07:54 h.

El Prado presentó este lunes un rutilante El triunfo de la muerte, obra de Pieter Brueghel el Viejo, tras haber sido intervenido en uno de los procesos de restauración más importantes que el museo ha realizado durante el último año y dentro del programa patrocinado por la Fundación Iberdrola. La pieza, procedente de la Colección Real, ha sido hasta el 2011 -fecha en la que ingresó en la pinacoteca El vino de la fiesta de San Martín- la única pintura del artista que se conservaba en España. Se trata de una obra moralizante que muestra el triunfo de la muerte sobre las cosas mundanas, reproduciendo un tema habitual en la literatura del medievo e influenciado por el Bosco.

La intervención sobre esta excepcional obra, ejecutada por María Antonia López de Asiain (capa pictórica) y José de la Fuente (soporte), ha permitido recuperar su estabilidad estructural, su verdadero colorido, su composición y su técnica pictórica de fuerte personalidad que con movimientos precisos de pincel consigue transparencia en los fondos y prodigiosa nitidez en los primeros planos.

Los cuatro paneles horizontales de roble sobre los que está pintado el cuadro fueron rebajados, en un momento desconocido, para aplanarla y reforzarla con un sistema de engatillado que impedía cualquier movimiento natural de la madera. Durante el rebaje del soporte a su grosor actual, entre 6 y 8 milímetros, los paneles que conforman la obra fueron separados y vueltos a unir. En su adhesión los cantos internos fueron cepillados llevándose consigo parte de la pintura, agresión que se nota sobre todo en los elementos y figuras diagonales de la película pictórica. La unión entre los paneles no se niveló bien y para subsanarlo se cubrieron las inmediaciones con estucos y repintes que ocultaron parte del original. En esta separación, además, el panel sufrió un accidente que le produjo grietas de un extremo a otro.

Dado el estado del soporte, esta intervención eliminó el engatillado para liberar así el movimiento natural de la madera y se han nivelado las grietas y los paneles, llegando a separar el panel superior para equilibrarlo correctamente en el plano. Una vez acabada la restauración de grietas y uniones se ha construido un soporte secundario (un bastidor de haya) con la forma exacta de la curvatura que adoptó una vez liberada del engatillado para darle estabilidad respetando sus movimientos higroscópicos. El método para unir el bastidor con la pintura es un sistema de muelles planos de acero inoxidable, pegados con unos botones de latón dorado.