
Jesús Torbado fue coautor de «Los topos» y ganó el Planeta en 1976 con «En el día de hoy»
24 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El escritor y periodista Jesús Torbado falleció ayer en Madrid a los 75 años de edad tras batallar durante años con un cáncer que lo alejó de la vida pública. Autor de medio centenar de títulos entre novelas, cuentos, libros de viajes, crónicas y reportajes, Torbado era un respetado y viejo maestro del periodismo impuro junto a legendarios colegas como Manu Leguineche. Nacido en San Pedro de las Dueñas, León, el 4 de enero de 1943, Jesús Torbado Carro cursó el bachillerato con los Dominicos y periodismo en la Escuela de la Iglesia de Madrid. Abandonó en el último curso para marcharse a París, donde se buscó la vida como descargador de camiones. En la ciudad del Sena escribiría su primera novela, Las corrupciones. En 1976 publicó un reportaje novelado, Sobresalto español, sobre la muerte de Franco, por lo que se le abrió un proceso por el Tribunal de Orden Público (TOP). El juez Gómez Chaparro le condenó por «injurias a un héroe de la patria», aunque sería finalmente amnistiado. Ese mismo año ganó el Premio Planeta con la novela En el día de hoy, una ucronía en la que Torbado apostaba por una victoria republicana en la Guerra Civil. Con el también periodista Manu Leguineche escribiría Los topos, su mayor éxito, la gran crónica sobre los enterrados en vida tras la guerra civil y los perseguidos por el franquismo. «Coincidimos en una revista en Madrid y comentamos un suceso, la aparición de un escondido de la guerra. A los dos nos gustaba viajar y decidimos salir a la búsqueda de otros más para hacer un libro. Tardamos seis años en escribirlo, pero lo pasamos estupendamente», explicaba Torbado sobre su mayor éxito editorial. El premio Ateneo de Sevilla llegó en 1993 por su novela El peregrino, en la que narra una historia ambientada en el Camino de Santiago a mediados del siglo XI.
Redactor jefe del semanario Signo, reportero del diario Ya, corresponsal de la Agencia Logos y enviado especial de Colpisa en los años sesenta y setenta, Torbado también fue profesor en la Universidad de Porto Alegre, en Brasil, y corresponsal para el diario Informaciones. «No he sido nunca un periodista puro. El mío es un caso de bohemia pura. Mi carrera periodística se parece más a la de los americanos de los años 20, no a la que yo practiqué en los 60», aseguraba.