Doscientos dibujantes llegados de toda la Península retratan hasta mañana en sus cuadernos de viaje espacios de la ciudad en el marco de Compostela Ilustrada
10 nov 2018 . Actualizado a las 22:43 h.No sacaron el móvil ni la cámara de sus mochilas para hacerse una foto en la praza do Obradoiro, sino lápices, rotuladores y acuarelas junto a una libreta. «Las cámaras recogen instantes, el cuaderno de viaje lo que sientes. Es la máquina del tiempo perfecta porque también te recuerda el olor, el frío, está la marca de cerveza que tomaste...», afirma el ilustrador Juan Linares. Y llenos de experiencias y sentimientos en sus blocs regresarán a diferentes puntos de la península ibérica los doscientos dibujantes que desde este jueves hasta el domingo se reúnen en Santiago para captar sus rincones en la tercera edición del Encontro Internacional de Cadernos de Viaxe Compostela Ilustrada. Sus trazos tienen como guías de excepción a ilustradores como Javier Mariscal, Juan Linares, Miguelanxo Prado -director del encuentro-, Urumo, Ana Frazão, Joaquín González Dorao, Calros Silvar y Celia Burgos, entre otros.
«Expreso en el dibujo lo que siento. Si hace calor utilizo colores más calientes y si hace frío, grises», explica el portugués Carlos Frazão mientras posa su mirada en la fachada de la catedral compostelana. Es su tercera participación en el encuentro de Santiago y ayer formaba parte del grupo que tenía como referente a Javier Mariscal. «He aprendido la vida dibujando. Yo no tengo ningún método, solo la intuición [...]. Todo el dibujo es una mentira, porque hay tal cantidad de información en la realidad que es imposible recogerla. Entonces hay que elegir», les explicó el autor de Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona, antes de que tanto él como la veintena de dibujantes que le acompañaban sacasen sus cuadernos. También les recordó las posibilidades de las nuevas tecnologías mostrándoles el programa que usa en su tableta.
El mal tiempo obligó a reajustar los espacios para retratar, en un encuentro que agotó la totalidad de plazas de inscritos, doscientas, ya en abril. Las buenas experiencias de ediciones anteriores tienen efecto llamada. Eso fue lo que atrajo a la valenciana Amparo Selles, que debuta en Compostela Ilustrada. La afición al dibujo la tenía desde siempre, pero asegura que no es fácil superar la vergüenza a dibujar en la calle. Ella lo logró hace tres años y no duda en continuar porque «el cuaderno es un diario dibujado, es más personal que una fotografía». A pocos metros de ella está el cacereño Juan Carlos Rodríguez, que también ha hecho de su bloc un asiduo acompañante: «Es una forma de vivir cada experiencia. Es algo tuyo, cuando lo ves te trae recuerdos, las dificultades que tuviste...». La ourensana Sara Vázquez destaca el placer de dibujar los lugares in situ.
Pero Compostela Ilustrada no se ciñe únicamente a capturar las calles de Santiago. El programa también incluye conferencias abiertas al público por parte los ilustradores, así como presentaciones de libros y exposiciones. El cierre será mañana, con una quedada de los participantes.
«A ilustración pode incluír máis datos sobre a natureza que a fotografía»
m. g.
É un dos ilustradores naturalistas máis recoñecidos en Galicia. Das mans de Calros Silvar saíron os debuxos de varias guías da natureza.
-Que achega a ilustración de natureza sobre a fotografía?
-Á fotografía, en principio, dámoslle máis fiabilidade porque nos parece que reflicte a realidade máis fielmente. Nalgúns casos ten vantaxes, como cando intentamos captar unha imaxe en movemento, pero a ilustración permite facer esquemas, variar escalas, comparar... É dicir, coa ilustración podes incluír máis información que a que pode fornecer unha fotografía.
-Perdeuse a conexión co debuxo nas novas xeracións?
-Inflúe o sistema escolar tan excluínte. Parece que xa tes que ser un artista de neno para dedicarte a iso, coma se o debuxo non fose unha ferramenta que puidese usar o cidadán en xeral para expresar ideas e sentimentos. É máis sinxelo ca unha cámara, pero o sistema educativo non o facilita. Parece que tes que ser un Picasso ou, senón, non vales para nada. Todos somos capaces de debuxar, outra cousa é que pretendas ser artista.