El grupo argentino estará desde esta noche hasta el próximo sábado en A Coruña
27 nov 2018 . Actualizado a las 14:56 h.Tal vez sea porque no es fácil de precisar cuando uno intenta definirla, pero no deja de ser divertido que con más de cincuenta años haciendo humor sobre los escenarios los integrantes del conjunto de instrumentos informales Les Luthiers se pregunten qué es exactamente nuestra retranca. «Vale. Nos dicen que el humor gallego es la retranca, pero querríamos que alguien nos explicase qué es, porque realmente lo ignoramos», se sinceró Jorge Maronna, miembro histórico del grupo, durante la presentación en A Coruña de la antología Viejos hazmerreíres, que Les Luthiers ofrecerá en el Palacio de la Ópera desde esta noche hasta el próximo sábado.
Lejos estaba de intuir Maronna que su compañero Marcos Mundstock acababa de responder a esa pregunta con un ejemplo. Al responder a una pregunta sobre la polémica surgida en Vigo con las luces de Navidad, ya que ellos vienen de representar su espectáculo en esa ciudad (también actuaron en Santiago), Mundstock se agarró inicialmente a la fórmula del compromiso: «Habrá que ver terminada la iluminación para poder opinar...». Pero giró enseguida hacia el humor rápido y a veces retranqueiro de Les Luthiers: «Bueno... Ya podemos decir cualquier cosa porque no vamos a volver a Vigo en esta gira... A mí no me gustó. Es más, a menos que saquen esas luces, no vamos a regresar, y menos en Navidad». Y terminó: «En cambio, de Coruña nos gusta todo».
Viejos hazmerreíres es una antología que recoge números de espectáculos de éxito como Todo por que rías, Lutherapia o Por humor al arte. Se han extraído varias piezas para un show que incluye además Radio tertulia, una retransmisión que funciona como hilo conductor. No es una fórmula muy habitual en Les Luthiers, pero ya la pusieron en práctica con éxito en alguna otra ocasión; por ejemplo con Himnovaciones.
Radio tertulia, precisó Carlos López Puccio, «es un homenaje al pobre periodista tertuliano que tiene que hablar de muchas cosas aunque no sepa», un asunto de ferviente actualidad, como muchos de la agrupación, que insiste en distanciar su humor «formal y universal» de polémicas con cualquier colectivo sensible. La ironía la reservan para sí mismos: «Las obras que traemos son viejas, aunque nosotros seamos unos pimpollos y pueda haber algunos jóvenes desordenados que no las conozcan».
En cuanto a los instrumentos informales que han viajado con ellos a Galicia, «en baúles de varias toneladas», destacan una batería de cocina que suena en Receta postrera o una ducha y un bidé que se escuchan en Loas al cuarto de baño.