La artista, que irrumpió en el punk de los años setenta, actuará en la playa de Riazor el 9 de agosto
16 ene 2019 . Actualizado a las 08:40 h.Patti Smith regresa a Galicia. Tras su actuación en el auditorio vigués de Castrelos en el 2010, volverá a cantar al aire libre. Será en la plaza de Riazor, el 9 de agosto (23.30 horas), en el marco del Festival Noroeste Estrella Galicia, que se celbrará en A Coruña del 7 al 12 de agosto. Hasta ahora, es el único concierto gratuito confirmado en España este verano de la artista norteamericana.
Smith, a sus 72 años, sigue llena de vigor y energía, con una actividad en diversos frentes que la mantiene como una creadora relevante no ya como el mito y la influencia que ha sido para varias generaciones, en calidad de precursora del punk, sino como intérprete contemporánea. La cantante, que ha sido capaz de fusionar en un todo sin fisuras música, poesía y provocación intelectual puede permitirse en sus conciertos la alternancia entre sus grandes clásicos con propuestas más recientes que confirman que no ha perdido carisma y olfato creador. Lo demostró en Vigo en el 2010, con un recital de casi dos horas de duración donde no faltaron Gloria o Because the Night -apoyada en una banda donde no faltó el menos mítico Lenny Kaye a la guitarra- junto a piezas de otros discos.
¿Qué ha hecho Smith entonces desde esa primera visita a Galicia y hasta ahora? Mientras otros artistas de su generación viven de las rentas de su nombre o directamente han desaparecido, la norteamericana ha mantenido una actividad tan continuada como diversa. Empezó el decenio con su primera exposición de fotografía, Camera Solo, donde retrataba a figuras por las que siente admiración -Rimbaud o Blake, que también dejaron huella en sus canciones- junto con escenarios cotidianos. Poco después llegó el que hasta el momento es su último disco de estudio, Banga. El álbum, que fue elogiado por la crítica, es una especie de diario de Smith, un retrato de sus inquietudes en un tiempo dado, con canciones en recuerdo de Amy Winehouse, fallecida el año anterior, o de las víctimas del tsunami de Japón.
También ha tenido tiempo para colaboraciones con proyectos ajenos, desde un tributo a Buddy Holly a subirse al escenario con U2. No han faltado tampoco sus apariciones de un cariz más político, un perfil suyo, el del activismo y el compromiso, fundamental en su trayectoria. La libertad de expresión es una de sus preocupaciones y, en consonancia con ello, celebró el aniversario del programa Democracy Now.
Pero, sin duda, el acto que concitó más miradas ocurrió en el 2016 en Estocolmo: Smith acudió a la ceremonia de los Nobel para recoger el premio de Literatura en nombre de Bob Dylan. Visiblemente emocionada, interpretó el clásico de su colega y amigo A Hard Rain’s a-Gonna Fall; tuvo que interrumpir la actuación por la emoción, pero al final ofreció una de las versiones más asombras del tema. No en vano su presencia escénica es electrizante, como también demostró en Vigo en el 2010: aquel concierto se celebró un 18 de julio y Smith no olvidó la trascendencia de la fecha: «We Remember».