
La banda escocesa Deacon Blue, que triunfó en los años ochenta, revisará esta noche en A Coruña su repertorio mítico
02 mar 2019 . Actualizado a las 14:15 h.En 1988 una canción titulada Real Gone Kid se hizo omnipresente. La cantaban los escoceses Deacon Blue y, entre sus juegos de voces, su producción sedosa y su irresistible estribillo, enamoró. «Estábamos mucho en la radio y la televisión. La gente comenzó a reconocernos y eso nos dio libertad», recuerda Ricky Ross, el cantante del grupo. La interpretará esta noche en su concierto en A Coruña (Pelícano, 22.30 horas, 22/25 euros).
-Llegaron en un bum de bandas escocesas: Simple Minds, The Silencers, Texas... ¿Se sentían dentro de él?
-Nos conocemos todos. Con Simple Minds, por ejemplo, somos muy buenos amigos. Y a los de Texas los vemos muy a menudo. A The Silencers ya los conocemos menos.
-¿Extraña los días en los que eran estrellas del pop?
-No, en la fama no hay nada bueno. Para nosotros lo importante es que haya una canción nuestra que permanezca en el corazón y la mente de las personas.
-Lo lograron con unas cuantas. La primera vez ocurrió con «Dignity». ¿Qué sienten cuando la tocan ahora?
-Normalmente, la canta la audiencia y eso es muy emocionante. Nunca lo doy por hecho. Si la gente la canta, miro a la sala y me siento tremendamente agradecido.
-Ahí ya plasmaban el contraste de su voz y la de Lorraine McIntosh, una de sus señas de identidad.
-Nos dejamos llevar. Lorraine siempre dice que ella está en armonía con la canción, como si las estuviera viendo en un concierto. En temas nuevos, como I Will And I Won’t lo seguimos haciendo y es muy divertido.
-¿Son un grupo nostálgico?
-¿Quieres decir que celebramos solo lo antiguo? No es así. Tocamos temas de todos los tiempos. Hemos tenido la suerte de que los últimos tres álbumes han tenido mucha difusión en la radio británica.
-Suelen cerrar los conciertos con «Forever Young» de Bob Dylan. ¿Por qué?
-Es una canción muy especial para nosotros, una bendición que desea a las personas lo mejor en su vida. Es lo que queremos que le ocurra a la gente que nos viene a ver.