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Liliana Torres filma en Galicia su nueva película, «¿Qué hicimos mal?»

Xesús Fraga
x. fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Liliana Torres, a la derecha, durante las primeras sesiones de rodaje en O Courel
Liliana Torres, a la derecha, durante las primeras sesiones de rodaje en O Courel avalon

La cineasta catalana rueda casi la mitad de su filme entre O Courel y Ourense

06 may 2019 . Actualizado a las 08:15 h.

¿Qué hicimos mal? es una pregunta que puede aparecer cuando se echa la vista atrás y se hace balance vital. ¿Qué hicimos mal? es el título de la nueva película de Liliana Torres (Vich, 1980), que también se pone ante la cámara para proponer una reflexión sobre las relaciones de pareja: la «infelicidad subterránea» que aparece en la convivencia y la lleva a buscar a tres hombres que han sido importantes en su vida y preguntarles en qué se equivocaron.

La cineasta catalana acaba de empezar el rodaje en Galicia, donde se filmará casi la mitad del metraje de una cinta entre cuyas productoras figuran Avalon, Miss wasabi y Matriuska. El resto de la filmación se repartirá entre México, Italia y Barcelona. «En Galicia lo que hemos hecho es extrapolar la condición geográfica de mi vida real», explica Torres, que vive fuera de Barcelona y se desplaza a la ciudad para trabajar. «La vida en un entorno rural hace que la pareja se encierra más en sí misma, al no tener esa vida social que te da la ciudad», afirma. En ¿Qué hicimos mal? ese papel urbano lo asume Ourense, mientras que lo rural recae en O Courel, un paisaje que la cineasta describe como «impresionante». «No te alcanza la vista», comenta.

Torres propone su nueva película a los espectadores pero también para sí misma, ya que hay en ella una mezcla de cine y biografía con rasgos de exploración personal y, a la vez, generacional. El cine se convierte así en una herramienta cuyos códigos también utiliza la directora a la hora de hablar de su proyecto. «Tiene mucho con mirar hacia atrás en tu vida y darte cuenta lo mucho que se parece a un guion», compara. «Puedes ver en perspectiva aquellos giros, donde te equivocaste, aquellas tramas secundarias a las que no les diste importancia en su momento y luego resultaron ser muy importantes. Cuando miras así tu vida le encuentras un sentido dramático inesperado», añade.

¿Qué hicimos mal? es una pregunta que implícitamente contiene otra: ¿qué hubiera pasado si lo hubiéramos hecho bien? Sin embargo, Torres introduce matices porque los aciertos o errores de una biografía tampoco son cuestión matemática. «Es más, seguro que eso que hacemos mal al final es bueno», explica. «Esos errores que cometemos te dan un aprendizaje que los aciertos no te permiten. De alguna forma, y no sé por qué, el aprendizaje más profundo suele ser el más doloroso». 

Retratos y edades

De ese retrato en pareja emerge otro, que es el personal. «Las parejas no son tanto un retrato indirecto de uno mismo como uno casi directo», afirma Torres. La película le toma la medida a esos cambios que se van dando con la edad, ya que además las tres entrevistas que la directora/protagonista emprende en su película abordan distintos tipos de amor, cada uno a edades diferentes: el idílico, el erótico y salvaje, el que se rompió sin una reconciliación posterior. Cada uno devuelve también una imagen diferente de la cineasta. «Me alegro mucho de haber cambiado y da mucho vértigo no reconocerte todos esos años atrás, ya que te puedes preguntar si quizá dentro de diez años serás capaz de reconocerte en quien eres ahora», analiza. Una distancia en el tiempo que además beneficia otro tipo de mirada, más reflexiva. «Es necesaria la perspectiva: es imposible hacerlo desde el ojo del huracán».