«Alén», del autor ponteareán Eduardo Soutullo, premio de composición AEOS-Fundación BBVA
CULTURA
El galardón comporta una compensación económica de 18.000 euros y la interpretación de la obra por las 31 orquestas españolas que conforman la asociación AEOS
20 nov 2019 . Actualizado a las 00:22 h.El músico gallego Eduardo Soutullo (Ponteareas, 1968) se alzó con el premio de composición AEOS-Fundación BBVA gracias a su obra Alén, según dio a conocer este martes el jurado, que tomó su decisión por unanimidad tras evaluar detenidamente las 54 partituras que concurrieron a la décima edición del galardón, una cita que registró la cifra más alta de aspirantes en la historia del certamen.
Soutullo confiesa su felicidad por un reconocimiento, dice, que está entre lo más deseado del panorama musical español, no solo por su dotación económica -18.000 euros- sino por lo que contribuye a la difusión de la obra. Según las bases, las 31 formaciones que integran el colectivo AEOS (Asociación Española de Orquestas Sinfónicas) interpretarán la pieza entre los años 2020 y 2022, lo que incluye, celebra, la Orquesta Nacional de España y la de RTVE. «Es un lujo, porque no solo se trata del estreno de Alén, sino de su circulación por buena parte de las capitales de provincia del país, incluidas Madrid y Barcelona. Y una doble satisfacción, por obtener un premio al que había concurrido varias veces y también porque supondrá reencontrarme con algunas orquestas con las que había perdido el contacto», reseña.
«Ocurre con relativa frecuencia -lamenta- que una vez que una orquesta programa a un autor contemporáneo pasas a la lista de espera y este premio te vuelve a incluir en los conciertos de las orquestas de toda España. Con la Orquesta Nacional de Catalunya, por ejemplo, no había estado desde el 2005, cuando gané el Premio Ciutat de Tarragona».
La pieza está estructurada en un solo movimiento y tiene una duración aproximada de 12 minutos. «Alén está inspirada en el monumento megalítico de la Porta do Alén, pero que nadie espere derivaciones folklóricas, nada que ver, porque no pretende ser una obra descriptiva», relata Soutullo, que incide en que la recreación es puramente poética. «Es un homenaje a una joya que tenemos en el monte de O Seixo, en Cerdedo, entre los valles del río Verdugo y Lérez, que, según la leyenda, si se cruza de norte a sur, accedes a otra dimensión, e incluso puedes hablar con los muertos. Al traducir ese paso a música he seguido un proceso bastante libre que me ha permitido acercarme a las técnicas de composición que he estado aplicando en los últimos veinte años. Estoy seguro de que el público que ha seguido mi obra reconocerá ese estilo cuando la escuche en concierto».
Al ser requerido para que se explaye sobre la obra, Soutullo es esquivo: «No creo que ningún compositor pueda ser honesto definiendo su propio estilo. Ni me imagino a alguien preguntándole por este tema a Mozart o a Bach».
Arroja algo de luz Baldur Brönimann, director titular de la orquesta de la Casa da Música de Oporto y presidente del jurado: «Lo que nos impresionó de esta partitura es cómo trata el sonido orquestal al acercarse a un sitio de culto celta que se pensaba que era la puerta al más allá. Eduardo transforma este puente entre nuestra realidad y el más allá en sonido de una manera muy sutil, con sonoridades que a veces están entre el ruido y la nota, utilizando técnicas extendidas, microtonos…, y en lo que claramente es una búsqueda de un lenguaje propio. Hace gala de una gran fantasía e intenta ir un poco más allá en lo que se puede hacer con una orquesta; busca su propia manera de escribir para un formato a veces tan tradicional como la orquesta sinfónica. Alén es un ejemplo claro de una obra técnicamente muy buena en la transformación de la idea, con un gran fundamento musical y, a la vez, que destaca por su originalidad».
«Romance de lobos»
Desde Roma -donde se halla como compositor residente en la Real Academia de España y ultima una obra de cámara, un quinteto-, Soutullo explica que espera que la repercusión del premio le sirva para sacar otras obras adelante, como la ópera Romance de lobos, basada en el texto teatral de Valle-Inclán, que no logra estrenar pese a que está dispuesto a renunciar a la escenificación con una interpretación en versión concierto. «A ver si antes de que me muera algún teatro se atreve; solo hacen falta una orquesta y cuatro cantantes, que tampoco es mucho pedir», ironiza.