La serie documental de Netlix es una joya que va más allá del deporte y expone la épica de un jugador genial
30 may 2020 . Actualizado a las 14:58 h.Hay que verlo. Es el documental del momento. Tanto da si al espectador le interesa o no el baloncesto. O si siguió en su momento a Michael Jordan. Los diez capítulos de El último baile son una joya audiovisual absoluta. Revisan la trayectoria de uno de los mejores deportistas de la historia. Pero, además, supone una trepidante narración de como el talento, el tesón, la competitivad y una personalidad decidida hizo todo por una cosa: ganar.
Partiendo de su última temporada en los Bulls (1997-1998), el documental reconstruye la historia de Jordan y su estela de genialidad. No se corta en las zonas sombrías y muestra a un jugador agresivo hasta lo violento, pragmático en lo político (aquel célebre «los republicanos también compran zapatillas»), con una afición al juego peligrosa y con un punto de matón sobre sus compañeros. Pero, sobre todo, expone su esplendor, su confianza ciega en sí mismo y su descomunal inteligencia.
Contemplar de golpe toda la historia mítica hace se que acumulen canastas decisivas, remontadas épicas, partidos para la gloria, títulos ganados en pleno drama y gestos que ya forman parte de la iconografía del siglo XX.
No es de extrañar, por tanto, el descubrirse emocionado viéndola. Y, por un momento, volver a ser uno de esos niños que salen en ella, los que se les aceleraba el corazón cuando MJ volaba. Una pieza magistral para un jugador de leyenda.