Marcos Chicot: «Nuestra democracia tiene los mismos problemas de los que hablaba Platón»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Álvaro Ballesteros

El autor entreteje en una novela el pensamiento y la vida del filósofo griego

29 ene 2021 . Actualizado a las 10:46 h.

Con El asesinato de Platón, el escritor Marcos Chicot sigue la senda iniciada con El asesinato de Pitágoras y El asesinato de Sócrates -finalista del premio Planeta 2016-. Cuatro años de trabajo, detalla el autor, «para ofrecer una novela de intriga y tensión y para emocionarte», todo ello, mezclado con el pensamiento del gran filósofo griego.

-Pitágoras, Sócrates y ahora Platón, ¿por qué esta figura? Fue el que más trabajo le supuso.

-La elección fue por el mismo motivo que los anteriores filósofos: son genios absolutos en lo intelectual, ya que han producido avances revolucionarios en el conocimiento de la Humanidad, y, además, produjeron avances revolucionarios en sus planteamientos morales. Este aunar la revolución intelectual y moral que suponen sus aportaciones se da en Pitágoras, Sócrates y en Platón, y casi en ningún otro personaje de la Humanidad. Tenemos genios absolutos como Einstein, Newton..., pero que aúnen las dos cosas, no. Platón es el que más me ha costado porque es el más rico, con sus aportaciones en tantos campos, ya suponía al principio que iba a tener trabajo extra. Aun así, ha sido más duro de lo que pensaba, porque una vez que te metes y profundizas, quieres abordarlo todo y hacerlo de una forma amena.

-Su objetivo es recrear el entorno histórico, transmitir con rigor los acontecimientos, el pensamiento de los filósofos y, además, que la novela sea entretenida. ¿Cómo se conjuga todo?

-Con mucho trabajo, que tiene que hacerlo el escritor para que no lo haga el lector y que este se encuentre así con algo equilibrado. La clave es el equilibrio. Mi planteamiento fue lograr un nivel muy alto de entretenimiento y, a la vez, un nivel muy alto de rigor para que todo lo que cuento sea real. Los elementos de ficción están construidos con los de la realidad y me sirven para mostrarla. Por ejemplo, el caso de Altea (la protagonista) refleja la visión elevadísima que Platón tiene sobre las mujeres. Platón dice que las mujeres poseen las mismas capacidades, que pueden realizar las mismas tareas e, incluso, que pueden gobernar; eso es absolutamente revolucionario en la época. Además, si comparas solo la parte de entretenimiento con cualquier otra novela, quiero que sea igual de entretenida o más, quiero que el lector quede absorbido, se fascine, se intrigue, se emocione..., pero que no sea solo eso. Es decir, pretendo que además de una novela, y una gran novela histórica, que tenga algo más, que trate de un personaje del que no solo son relevantes sus hechos sino también su pensamiento. Así, toda la filosofía platónica tiene que estar contenida, pero que nunca entorpezca el ritmo y que siempre sea parte de la trama.

-Hace 2.400 años de Platón, ¿está muy vigente su discurso? Su objetivo era que en lugar de la tiranía gobernara la justicia, la virtud y la sabiduría...

-Hemos recuperado el mismo sentido que tenían entonces las democracias. Vivían en las primeras democracias y surgen los primeros problema. El primero es que degenere en demagogia, que es a lo que tiende si no tienes mucho cuidado, si el pueblo no está bien preparado, bien educado... La democracia desaparece durante dos mil años, pero luego vuelve a surgir, tenemos las nuestras y tenemos los mismos problemas, con lo cual sus enseñanzas, sus reflexiones, sus planteamientos... vuelven a ser de absoluta vigencia. No solo tenemos las democracias, sino los mismos problemas de los que hablaba Platón. Los mayores son, como él decía, los demagogos. Es exasperante ver la situación en la que estamos, las consecuencias nefastas que tiene y ver que los problemas son los mismos de los que se hablaba hace más de 2.000 años. Parece que no hemos avanzado nada.