La escritora portuguesa Ana Luísa Amaral, premio Reina Sofía de poesía iberoamericana
CULTURA
«Ha sido una felicidad inmensa, una alegría y un honor». Ana Luísa Amaral agradece el Premio Reina Sofía de poesía iberoamericana para hablar de su afán por «cruzar la literatura con las cosas importantes de la vida, que son la reivindicación de la justicia». Amaral (Lisboa, 1956) recibió la noticia mientras paseaba a su perrita, Millie Dickinson, en homenaje a la poetisa estadounidense Emily Dickinson, que inspiró su tesis doctoral. «Es un premio de enorme prestigio, hecho para la poesía. Creo que es el más prestigioso en Iberoamérica porque envuelve a todos los países de expresión española y a portugueses y brasileños», señala.
Esta profesora, hoy jubilada, de literatura angloamericana en la Universidad de Oporto es una experta en Dickinson. El galardón la sorprende trabajando en un prólogo para la obra Una habitación propia, de Virginia Woolf, y volcada en su nuevo libro, Mundo, que saldrá a la venta en octubre. El Reina Sofía es un «estímulo» para la creación, dice en entrevista telefónica desde Lisboa, aunque admite que el proceso creativo «no depende» de los reconocimientos. «Seguiré escribiendo como escribo», sostiene. No escribe, afirma, «ni por programa, ni para reivindicar nada», pero su carrera profesional la ha llevado a enfrentar las injusticias: «Si esa reivindicación pasa por el género, la clase, la raza o la etnia, además en este momento que está virando a la extrema derecha, entonces más que nunca tenemos la obligación de hacerlo», admite.
«A la ultraderecha le diría que el odio no conduce a nada sino al odio», incide Amaral, quien alerta sobre el discurso de estos partidos extremistas: «Es muy preocupante porque hubo un momento en que yo pensaba que había conquistas inalterables, que no se podía volver atrás, y ahora ya no lo sé». Por eso, es importante hablar de temas pasados y actuales, como el Holocausto, «el momento más horrible de nuestra historia» y, a su lado, «hablar de lo que pasa ahora en Palestina. A los israelíes les diría: ustedes, que han sido tratados peor que animales, que han sido discriminados, asesinados, ¿qué están haciendo ahora con sus vecinos, con los palestinos? ¿Qué piensan de ellos?», agrega.
Feminismo
Su obra alcanza también el ensayo y la investigación profesional sobre temas como el feminismo o la teoría queer. «El feminismo -dice- no es solo beneficioso para las mujeres, sino también para los hombres», apunta, convencida de que «la masculinidad es una cosa muy complicada de aprender; esa idea de que los hombres no lloran es una mentira».
«Escribo porque necesito escribir. No sé vivir sin escribir como no sé vivir sin beber agua o sin comer, es una necesidad», afirma Amaral, quien incide en la importancia de la lectura para «crear otras realidades».
La poesía de Amaral se aleja de cualquier discurso épico o grandilocuente y transfigura los pequeños actos cotidianos en momentos poéticos de gran voltaje, vitalidad y profundidad, como muestra su último poemario What's in a Name, publicado recientemente por el sello Sexto Piso, que ya recibió el apoyo de los libreros al ser escogido mejor libro del año de poesía por el Gremio de Librerías de Madrid.