El bailarín gallego Iván Villar, premio Max al mejor intérprete de danza masculino

G. N. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Villar agradece el galardón en la gala de entrega de la 24.ª edición de los premios Max de las artes escénicas.
Villar agradece el galardón en la gala de entrega de la 24.ª edición de los premios Max de las artes escénicas. Luis Tejido | Efe

«La mort i la donzella» dejó sin el reconocimiento al mejor espectáculo de danza a «Leira», la producción de la compañía Nova Galega de Danza que protagoniza el artista ceense

04 may 2022 . Actualizado a las 00:34 h.

El bailarín Iván Villar, natural de Brens, Cee, se alzó este lunes en Bilbao con el Premio Max al mejor intérprete de danza masculino por su espectáculo Leira, tras imponerse a los otros dos candidatos: Daniel Abreu (por El hijo) y Jesús Carmona (por El salto). Leira, producción de la compañía Nova Galega de Danza, es una celebración de cómo «el cuerpo y la tierra fortalecen sus lazos», un montaje que remite a la dura belleza del trabajo en el campo. La obra también era finalista en la categoría de mejor espectáculo de danza, en la que pugnaba con Around the world, de Brodas Bros., y La mort i la donzella, del Institut Valencià de Cultura, pieza que finalmente se llevó el ansiado reconocimiento (también se hizo con los de escenografía y diseño de iluminación).

La gala de la 24.ª edición de los Premios Max de las artes escénicas, que se celebró en el teatro Arriaga, organizada por la Fundación SGAE y bajo el lema Toda la ciudad es un escenario, vio cómo triunfaba El bar que se tragó a todos los españoles, comedia producida por el Centro Dramático Nacional, con la dramaturgia y la dirección de Alfredo Sanzol, que acaparó un triple galardón: el mejor espectáculo de teatro, la mejor autoría teatral y el mejor diseño de espacio escénico.

Sanzol se inspiró en un hecho real: su padre fue un cura navarro (algo que supo siendo ya adulto) que dejó el sacerdocio acogiéndose a una dispensa papal y se marchó a EE.UU. A partir de esto, realidad y ficción se confunden para hacer aflorar el personaje y su deseo de libertad y de tomar el control de su propia vida.