Manuel Quijano: «Somos los mismos que aquellos chavales que disfrutaban a tope de su juventud»

Javier Becerra
javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Café Quijano
Café Quijano

Tras una década abrazados al bolero, Café Quijano recuperan el espíritu pop-rock del pasado. La próxima semana actúan en Lugo y A Coruña

26 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Para celebrar el vigésimo aniversario de La taberna del buda, el disco que hizo célebre al grupo, Café Quijano no optó por la clásica reedición con extras. Al contrario, grabaron Manhattan, un disco con material nuevo intentando retomar el espíritu de aquel. «Hemos querido hacer como una segunda parte. Por ello nos hemos ido a California a grabar bases y mantener el sonido, la línea de composición y el tipo de historias de aquel disco que nos marcó», señala Manuel Quijano, que completa el grupo con sus hermanos Raúl y Óscar.

La semana que viene lo presentan en Galicia, con conciertos en Lugo (4 marzo, Auditorio Gustavo Freire, desde 25 euros) y A Coruña (5 marzo, Palacio de la Ópera, desde 25 euros). En el escenario invocarán la magia que envolvió la gestación de aquel disco. «De todas las grabaciones que hemos hecho, es la que recuerdo con más nostalgia y cariño. La canción que nos marcó la pauta fue La Lola y este disco fue el que lo refrendó todo —recuerda el músico—. Quisimos demostrar con aquel trabajo que no éramos una banda de un solo éxito». Por eso, por como se refiere a él, sorprende que hayan esquivado fórmulas más seguras, como el disco de duetos revisando temas. «No descartamos hacer un disco de duetos, pero tras este periplo de diez años por el bolero, nos apetecía volver a nuestros orígenes, el pop-rock», señala.

El disco que se estrenó ayer ha tenido varios adelantos. En Manhattan, el tema homónimo, hablan de una noche loca en Nueva York en el pintor Domingo Zapata. ¿Hay una reivindicación de la fiesta en un momento en el que todo son dificultades para ello? Quijano se ríe: «Somos conscientes de que la cabeza da vueltas muchas veces pensando en qué va a pasar, en si esto va a ser lo mismo. Y sí parece una especie de reivindicación de que, al menos, podamos tener la sensación de que lo de atrás pueda volver. De hecho, creemos que historias como estas vamos a poder seguir viviéndolas y generar argumentos para nuevas canciones».

Esas historias de Café Quijano destilan juerga, diversión y canalleo. Parece que Manuel, Raúl y Óscar vivan en su alocada existencia alimentada por excesos. «Hacemos un guiño un tanto irónico en los conciertos a esa querencia, diciendo que no somos siempre los protagonistas de lo que contamos en todas las canciones, afortunadamente», puntualiza Manuel, y agrega: «Nunca fue lo que parecía». En ese sentido, señala que el papel de los tres es más «una especie de actores que interpretaban canciones, que los protagonistas de ellas».

«Algunas son nuestras, pero no tantas», insiste. ¿Y qué queda de todo eso 20 años después? «Pues somos los mismos que aquellos chavales que disfrutaban a tope de la juventud. No creemos que esto tenga que estar ligado al ‘‘drogas, sexo y rock n’ roll". Para nosotros ha sido suficiente disfrutar de este maravilloso mundo, subir a un escenario y sentirnos plenamente felices», explica.

El nuevo disco lo grabaron en Estados Unidos. «En cualquier parte de nuestro país hay excelentísimos músicos que pueden hacer sonar lo que hay y lo que necesites», reflexiona Manuel Quijano, al tiempo que justifica su decisión: «Los músicos con los que hemos grabado La taberna del buda y con los que hemos vuelto a grabar algunas de las canciones ahora han grabado el 80 % de los éxitos mundiales que se han generado desde los años ochenta». ¿Una exageración? «No, para nada. Coges a Michael Landau, Michael Thompson, Abraham Laboriel o Vinnie Colaiuta y han participado en discos de Michael Jackson, Earth Wind & Fire, Chicago, Whitney Houston o los más recientes de Michael Bublé, Barbra Streisand o Céline Dion. Cuando estos músicos graban todo esto y han participado en este tipo de historias durante todo este tiempo es por algo», agrega.