Peter Dinklage, el Tyrion Lannister de «Juego de tronos», compone un Cyrano de Bergerac inolvidable: su ternura y su honradez resultan conmovedoras. Los críticos de La Voz analizan además los filmes «Un héroe» y «La peor persona del mundo»
11 mar 2022 . Actualizado a las 09:22 h.En el 2019 se representó en el Off Broadway un Cyrano musical que sustituía al «hombre a una nariz pegado» por un enano. Tal cosa se le ocurrió a la dramaturga Erica Schmidt, casada desde hace quince años con Peter Dinklage, gigante actor de ciento treinta centímetros al que descubrimos en Vías cruzadas, mucho antes de Juego de tronos (Tyrion Lannister). El cuento del poeta herido por la fealdad física, enamorado de una dama de inalcanzable hermosura, le evocaba a Schmidt los amores entre Blancanieves y una rana que se convertía en príncipe con la ayuda de la palabra elocuente y verdadera.
Cyrano es mejor que la versión más popular, interpretada por Gérard Depardieu hace tres decenios. El personaje —real, inmortalizado por Edmond Rostand, que lo idealizó— se ha asomado decenas de veces a las películas con los físicos de José Ferrer —ganó un Óscar con el papel—, Belmondo, Brandauer, Steve Martin o hasta Toshiro Mifune. El que compone Dinklage no lo vamos a olvidar; la ternura y honradez de su Cyrano resulta conmovedora, basada en la limpieza de «todas esas palabras que no tengo».
También la Roxanne de este filme quedará presente en nuestro imaginario. La belleza de Haley Bennett —aquella fascinante enajenada que en Swallow se tragaba joyas para castigarse— nada tiene que ver con los cánones acostumbrados. Perturbadora, terrena y cálida, sus mejillas, ardientes más que encendidas, expuestas a la luz barroca —a ratos rococó—, representan de maravilla el ansia glotona del amor. Joe Wright tiende al videoclip elegante —como ya le pasaba en Ana Karenina—, pero, en los escenarios sicilianos —de Noto y el Etna—, el estudio de luces de su operador (Seamus McGarvey) es casi tan espectacular y apropiado como el de John Alcott y Kubrick en Barry Lyndon o el de Giuseppe Rotunno en el Casanova felliniano. Bajo esa mirada, las sombras de la noche elevan a este Cyrano hasta un canon de ocho cabezas.
«CYRANO»
Reino Unido-Canadá-Estados Unidos-Italia, 2021.
Director: Joe Wright.
Intérpretes: Peter Dinklage, Haley Bennett, Kelvin Harrison Jr., Ben Mendelsohn, Bashir Salahuddin, Monica Dolan, Joshua James, Ruth Sheen.
Drama musical. 122 minutos.
«Un héroe», revisión a un país
por Miguel Anxo Fernández
Aunque haber recibido dos Óscar en la categoría internacional —por Nader y Simin, una separación (2011) y El viajante (2016)—, junto a otros premios, lanza la popularidad del director iraní, realmente está entre lo más granado del cine actual, en parte porque filma sus propios guiones... y no deja indiferente. En su mayoría, con la mira puesta en su país y sin necesidad de recurrir a la pancarta y el megáfono. Con agradecida sutileza de autor. Tanto que hasta la oficialidad le respeta por sorprendente que pudiera parecer en el régimen de los ayatolas. Sus guiones, sin renunciar al humor cáustico, no juegan a blanco o negro, prefieriendo los grises y facilitando al espectador espacios para la reflexión.
El protagonista es un padre divorciado, en la cárcel por un impago a su cuñado. Durante un permiso, que desea aprovechar para solucionarlo y regularizar la relación con su nueva pareja, encuentra un bolso con monedas de oro y —aunque dudándolo— opta por devolverlas confiando en ser recompensado. El gesto no pasará desapercibido a las autoridades y se convierte en momentánea estrella mediática, en una trama que a veces coquetea con lo inverosímil pero se mantiene en el carril del realismo. A partir de ahí, la cosa se enredará, con idas y venidas, embustes y verdades, mientras Farhadi aprovecha para tirar de hacha y martillo contra vicios y/o carencias de la sociedad que lo acoge, comunes a cualquier otra. Una vez más, el pilar es un guion brillante e inteligente sobre personajes muy bien perfilados.
«A HERO»
Irán, Francia, 2021.
Director: Asghar Farhadi.
Intérpretes: Amir Jadidi, Abolfazl Ebrahimi, Mohsen Tanabandeh, Fereshteh Sadrorafarei, Sarina Farhadi.
Drama / «thriller». 127 minutos.
«La peor persona del mundo», el personaje y su actriz
por M. A. F.
Linda con la excelencia esta simbiosis entre la actriz Renate Reinsve y su personaje, escrito a cuatro manos por el director Joachim Trier y Eskil Vogt. Empatizamos con esta mujer pese a que algunas de sus omisiones semejan ajenas al mundo real: el paro, la precariedad, la cuestión asistencial... En fin, que pareciera vivir en una Arcadia feliz desde un individualismo con claros tintes de egoísmo. Pero de eso se trata. No es casualidad que a Reinsve le caigan premios (Cannes incluido), y al filme también, además de aspirar al Óscar al mejor filme internacional y al guion. Ella, quizá la peor persona del mundo, es como un imán que se pega al espectador hasta el último fotograma. Mujer a punto de cumplir los 30 años, con muchas dudas en su proceso de formación, oscila entre la medicina y la psicología para finalmente acabar recalando en la fotografía. La mujer convive con un afamado dibujante que la supera en edad, pero se resiste a tener el hijo que él desea.
Total que se cuela en una fiesta y coquetea con un fulano que a su vez tiene una relación consolidada. Aflora aquí el debate de la fidelidad y sus periferias, y no sigamos para evitar caer en el spoiler. La estructura narrativa elegida por Trier se articula en doce capítulos —lo que le permite tocar otros tantos temas— con sus obligados prólogo y epílogo, que redondea la evolución de la protagonista hacia la madurez, en un retrato humano que recoge sus virtudes y defectos, sus dudas y sus certezas. El reencuentro casual con aquel hombre de la fiesta cuando este visita la librería en donde ella trabaja, quizá abra un camino sin retorno. Apelando al tono realista del cine nórdico y la singular luz de aquellas latitudes —a decir del propio director, que rodó en Oslo—, la película reflexiona también sobre la libertad ansiada y las muchas complicaciones que se interponen, entre amores y dolores. Vamos, como la vida misma.
«VERDENS VERSTE MENNESKE»
Noruega, Francia, Dinamarca, 2021.
Director: Joachim Trier.
Intérpretes: Renate Reinsve, Anders Danielsen Lie, Herbert Nordrum, Silje Storstein, Maria Grazia di Meo, Hans Olav Brenner, Marianne Krogh.
Comedia dramática. 121 minutos.