La profesora gallega Ofelia Rey Castelao, Premio Nacional de Historia por su investigación sobre las migraciones femeninas
CULTURA

El jurado premia «El vuelo corto. Mujeres y migraciones en la Edad Moderna», un ensayo publicado por la USC que, dice el fallo, es riguroso e integral
04 nov 2022 . Actualizado a las 05:15 h.El ensayo El vuelo corto. Mujeres y migraciones en la Edad Moderna (Universidade de Santiago de Compostela, 2021) ha otorgado a su autora, la catedrática gallega Ofelia Rey Castelao (Balboa, Arnois, A Estrada, 1956), el Premio Nacional de Historia de España, concedido anualmente por el Ministerio de Cultura y dotado con 20.000 euros.
El jurado destaca en su fallo que se trata de «una investigación rigurosa con diversidad de fuentes históricas que ofrece una visión integral de las migraciones de las mujeres». Se ocupa de «las intrapeninsulares, las transoceánicas, las de quienes lo hicieron como personas libres, semilibres o cautivas o como exiliadas». La obra de Rey Castelao analiza «sus causas y trascendentales consecuencias demográficas, sociales, laborales, económicas, culturales y morales, a la vez que ofrece el examen de la otra cara del fenómeno, las consecuencias de las migraciones masculinas en las mujeres que se quedaban», precisa el fallo.
Elogia «su destacable aportación a la historiografía española» y «su enorme valor social, así como de análisis de una realidad compleja, la de las migraciones, de incontestable actualidad». Asegura el jurado que el trabajo de la catedrática pontevedresa «es un ejemplo impecable de interdisciplinariedad y metodología, con un enfoque actualizado en la perspectiva de género de los procesos migratorios en la España de la Edad Moderna».
Autora de títulos como Historia de las mujeres en Galicia: (siglos XVI al XIX) (2009) o El reto de romper un techo de cristal en el siglo XXI: mujeres y Ciencias Humanas en el sistema académico y científico español (2019), Ofelia Rey Castelao es catedrática de Historia Moderna en la Facultade de Xeografía e Historia de la Universidade de Santiago (USC) desde el 2002.
Allí se licenció en 1978, aunque su llegada a esta disciplina fue accidental, como ha confesado en ocasiones, ya que escogió esta carrera como alternativa a Filología debido al «terror» que le producía el latín. El azar le descubrió así su vocación, y en 1984 se doctoró —con premio extraordinario, como hizo en la licenciatura.
Antonio Eiras Roel
Figuras clave en su trayectoria y dedicación, suele decir, fueron Manuel Reimóndez Portela y, sobre todo, Antonio Eiras Roel. Pero las primeras noticias de la historia le llegaron a través de las lecturas sobre la Segunda Guerra Mundial que fascinaban a su padre, aunque ella se mantenía reacia a un mundo que «nunca me tirou moito», reconocía años después con humor.
Profesora titular desde 1986 —su incorporación a la docencia universitaria es previa, data del año 1978—, ha dirigido quince proyectos autonómicos y estatales, siete tesis doctorales y más de veinte tesis de licenciatura. Es coordinadora del grupo de investigación de Historia Moderna de la USC y pertenece al consejo asesor de la Biblioteca de Historia del CSIC.
Docencia e investigación
Le gusta mucho dar clase, pero su verdadera pasión es la investigación, porque le agrada la libertad que le permite y la posibilidad que le da de escribir y transmitir lo que ella misma va aprendiendo, confesaba en una entrevista a La Voz de Galicia, ideas en las que se reafirmaba años después: «No mesmo momento no que entrei na universidade, desde o primeiro intre, decateime de que detrás dunha boa docencia existe unha boa investigación. Foi tamén o profesor Eiras Roel o que me encamiñou neste ámbito, dirixiu a miña tese de licenciatura e logo o doutoramento».
Gran aficionada a la lectura y a la música clásica, ha dirigido durante quince años la revista Obradoiro de Historia Moderna y está en el comité científico de publicaciones académicas como Tiempos Modernos (Universidad Complutense de Madrid), Investigaciones Históricas (Universidad de Valladolid), Contrahistorias. La otra mirada de Clío (UNAM, México), Historia Social, Trocadero (Universidad de Cádiz), Estudis (Universidad de Valencia) y Mélanges de la Casa de Velázquez. Ha sido vicepresidenta de la Fundación Española de Historia Moderna (2006-2008) y es vocal del Boureau de la Commission Internationale de Dèmographie Historique (elegida en Sídney en julio del 2005).
En el 2006 fue invitada por la parisina École des Hautes Études en Sciences Sociales, en la que fue directora de estudios. Ha sido coordinadora de historia y arte de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva. Ha presentado ponencias en congresos estatales e internacionales y publica en revistas como Annales de Démographie Historique, XVIIe Siècle, Manuscrits, Pedralbes, Stvdia Historica. En el 2011 se le concedió el premio de investigación María Josefa Wonenburger otorgado por la Secretaría de Igualdade de la Xunta.
La casualidad, el latín, el Castromil y el bedel
En una entrevista a La Voz concedida hace unos meses a David Cofán, Ofelia Rey Castelao insistía en la casualidad como el factor fundamental que la llevó a estudiar Historia, una disciplina por la que inicialmente no sentía aprecio alguno. Con el paso del tiempo esa poca querencia seguía reafirmándose, incluso con la llegada de COU, en el que eligió otro camino distinto. «Sacaba mellor nota ata nas matemáticas, daquela aínda non tiña nin a mínima intención de facer Historia. De feito, en COU escollín latín, grego e inglés en vez a xeografía e historia e historia da arte, que non me gustaba nada», incidía. La profesora proseguía la narración al hilo de sus recuerdos: «Cando rematamos o instituto o goberno franquista cambiou o plan de estudos e o curso en vez de empezar en outubro comezou en xaneiro. Entón eu pasei seis meses na aldea sen facer nada. Eu quería estudar Filoloxía, pero non me gustaba o latín, e cando fun matricularme e vin que tiña latín todos os anos empecei a suar frío. Ademais, meu pai tiña que recollerme na Ponte Ulla porque alí me deixaba o Castromil, e, claro, non tiña moito tempo. Entón decidín facer Ciencias da Educación, pero cando lle preguntei ao bedel onde quedaba, estaba tan lonxe que desistín e díxenlle: cal é este edificio de aquí ao lado? Era a Facultade de Xeografía e Historia, e aquí quedei», relataba.