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El Gobierno da luz verde a la prestación por desempleo que se adapta al artista

Iker Cortés MADRID / COLPISA

CULTURA

Javier Lizón

El Consejo de Ministros aprueba un real decreto que rebaja los requisitos de días cotizados para que los trabajadores del sector cultural accedan al subsidio

10 ene 2023 . Actualizado a las 15:44 h.

La intermitencia a la hora de desempeñar su labor es el mal que afecta en mayor medida a los trabajadores del sector cultural. Unos trabajadores que, a menudo, deben compaginar meses con mucha carga de trabajo, con otros de inactividad e ingresos nulos. Para tratar de paliar esta situación, el Consejo de Ministros dio luz verde este martes a un Real Decreto que rebaja los requisitos de días cotizados para que artistas y técnicos puedan acceder al subsidio por desempleo y que, además, permite compatibilizar el cobro de la pensión de jubilación con cualquier actividad artística que genere rendimientos económicos.

Fue Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, la encargada de detallar en qué consiste esta nueva norma, «una de las grandes reivindicaciones del sector», que cambia el régimen ordinario de protección social y crea una prestación específica de desempleo que tiene en cuenta el carácter intermitente de los trabajadores del sector -artistas, cámaras, maquilladores, músicos, técnicos...- en sus relaciones laborales.

Según avanzó la ministra, serán los propios empleados quienes elijan qué modelo de cotización prefieren. Si un modelo con 60 días de cotización en un plazo de 18 meses para una prestación de desempleo por un total de 120 días o un sistema de desempleo que baja la necesidad de cotizaciones a 180 días en un plazo de seis años, frente a los 360 días cotizados en los últimos seis años que se exigían hasta ahora. «En estos supuestos -señaló-, las personas tendrán derecho a una prestación que en función de las cotizaciones podrá ser del 80 o el 100% del IPREM». Díaz dejó claro, además, que el régimen que rige a día de hoy en el sistema también se mantiene y aquellos artistas que lo prefieran podrán acogerse al mismo.

La nueva norma extiende también la compatibilidad del 100% de la pensión de jubilación con la actividad artística porque «el Gobierno entiende que la gente de la cultura debe seguir contribuyendo a su país a pesar de que esté jubilada», apostillaba la ministra. Hasta ahora, esa compatibilidad sólo alcanzaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual; a partir de la entrada en vigor de esta norma, también se aplicará a actividades como una conferencia asociada a la presentación de un libro y no solo a los derechos de propiedad de la obra. Y se tiene en cuenta, una vez más, no solo a los artistas o intérpretes sino también a los técnicos o los profesionales que realizan actividades auxiliares. Los beneficiarios de una pensión no contributiva podrán también compatibilizarla con rendimientos de su actividad artística, siempre que no superen el umbral del Salario Mínimo Interprofesional.

Bajos ingresos

El Real Decreto también tiene en cuenta que buena parte de los trabajadores del sector son autónomos. Para aquellos con bajos ingresos (iguales o inferiores a 3.000 euros anuales), la norma incorpora una cotización reducida: en 2023 se fija una base de cotización para ellos de 526,14 euros, que supone una cuota mensual de 161 euros. La base se irá actualizando en años siguientes. Además, en atención a la irregularidad de muchas de las actividades de este colectivo, la norma abre la posibilidad a solicitud del interesado de que el plazo de ingreso de las cuotas sea trimestral, en vez de mensual.

Asimismo, con la entrada en vigor del Real Decreto se crean dos comisiones: una para el estudio de las enfermedades profesionales del sector cultural y otra para el estudio «profundo» de la intermitencia en las relaciones laborales, con el objetivo de estudiar el efecto de estas medidas sobre el sector. Unas medidas fruto de una negociación «difícil y compleja», comentó la ministra, debido a la versatilidad del sector: «No es lo mismo abordar las relaciones laborales para las artes escénicas, que para las artes plásticas o musicales».