La Voz reconstruye el recorrido de las pinturas expoliadas por los nazis desde que llegaron a Polonia en 1883 hasta que fueron restituidas
29 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Se estima que el díptico medieval ahora devuelto por el Museo de Pontevedra compuesto por una Máter Dolorosa y un Ecce Homo permaneció exiliado cerca de ocho décadas. Pero la historia de ambas pinturas arranca varios siglos atrás, según fuentes del Ministerio de Cultura polaco.
Los expertos sitúan el origen de ambas obras en el taller Dieric Bouts entre el siglo XV y el primer cuarto del XVI, de tal modo que llegaron a Polonia gracias a Izabella Dzia?ynska, de soltera Czartoryska, en 1883 para integrar la colección de arte del castillo de Go?uchów. En esta fortaleza renacentista levantada en las proximidades del río Trzemna, no lejos del estuario del Prosna, permanecieron hasta el otoño de 1939.
Con el estallido de la II Guerra Mundial, parte de esta colección, incluidas ambas obras, fue transportada a Varsovia y escondida en el sótano de una vivienda que pertenecía a Maria Ludwika Czartoryska. El movimiento de las obras, al parecer, no pasó desapercibido a las tropas alemanas que, en octubre de 1941, localizaron las piezas. Un mes después, «el díptico, junto con las otras pinturas de Go?uchów, fue al Museo Nacional de Varsovia, donde se mantuvo al menos hasta el estallido del Levantamiento de Varsovia», remarcan las autoridades culturales.
Este alzamiento está considerado, y así lo refleja la Wikipedia, como «la mayor rebelión civil contra la Alemania nazi en la II Guerra Mundial» extendiéndose del 1 de agosto al 2 de octubre de 1944. Desde el Ministerio de Cultura, en este punto, remarcan que «las fuentes no confirman la fecha exacta de exportación del díptico desde Polonia. Sin embargo, se sabe que estas pinturas estaban en la lista de la administración alemana que realizaba saqueos sistemáticos de obras de arte en la Polonia ocupada».
Concluida la guerra, ambas pinturas se consideraron perdidas y, como tal, fueron se incluyeron en la base de datos de pérdidas de guerra que gestiona el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional.
Reaparición en Barcelona
A este respecto, el Museo de Pontevedra ha podido determinar que la Máter Dolorosa y el Ecce Homo reaparecieron en Barcelona en 1971 y dos años después en un comercio de arte de Madrid. «Descoñecemos onde e en que momento foron adquiridas por [José] Fernández López, pero todo parece indicar que puido telo feito nun dos establecementos da familia Maragall, a Sala Parés de Barcelona ou a Galería El Cisne de Madrid, das que era cliente habitual», explicó en su día el director de esta entidad.
José Manuel Rey añadió que las obras llegaron a esta entidad como depósito del coleccionista Fernández López, de tal modo que desde 1994 eran propiedad del Museo de Pontevedra tras la compra de la totalidad de una colección compuesta por 313 pinturas de autores y cronologías diversas.
Durante algo más de un cuarto de siglo, las obras permanecieron entre los fondos del Museo Provincial hasta que en marzo del 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del coronavirus, Mariusz Wisniewski, del departamento de Patrimonio Cultural polaco, contactó con los responsables de esta entidad aportando documentación que identificaba ambas obras como expoliadas.
Meses antes, en el 2019, la división de rastreo de bienes expoliados del Ministerio de Cultura de Polonia había localizado el díptico. Comenzaron entonces los trámites para restituir las obras a su país de origen, un procedimiento que, a decir de las autoridades polacas, suele ser largo y tedioso, pero que, para su sorpresa, no ocurrió así. Y, de hecho, han venido agradeciendo la predisposición de España a cumplir los tratados internacionales para devolver las pinturas a Polonia.
Solicitud oficial de restitución
Así, en junio del 2021, «después de preparar la documentación completa, el viceprimer ministro y ministro de Cultura y Patrimonio Nacional, Piotr Glinski, presentó una solicitud oficial de restitución a España». Menos de dos años después, las pinturas ya están en Polonia con la intención de que vuelvan al castillo de Go?uchów.
El marco contiene una versión inexacta de un himno religioso
Las distintas fuentes consultadas confirmaron que la intención del Ministerio de Cultura de Polonia es exhibir ambas pinturas una vez concluya una exhaustiva restauración a principios del próximo mes de mayo, extremo que también fue confirmado por el Museo de Pontevedra.
A este respecto, las autoridades polacas destacaron que el díptico fue pintado en un momento de un período que abarca desde el siglo XV hasta el primer cuarto del XVI. Están pintadas al óleo y temple sobre tabla representando representan bustos de Nuestra Señora de los Dolores y de Cristo con una corona de espinas.
Además, precisaron que se encuentran enmarcadas en marcos de madera que probablemente estén datados con posterioridad a las pinturas, toda vez que serían característicos de la segunda mitad del siglo XVI en adelante. A modo de curiosidad, desde el Ministerio de Cultura destacaron el hecho de que en los marcos de madera se observan unas inscripciones que «son una versión inexacta de las estrofas quinta y sexta del himno Stabat Mater Dolorosa». Se trata de un poema medieval del siglo XIII atribuido a Jacopone da Todi? que es habitual como himno en las festividades de la Mater Dolorosa.