Destacan que las salas de Fonseca «nunca estaban baleiras»
03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La exposición que desde el pasado 9 de febrero permitió asomarse al hogar del creador del esperpento y adentrarse en ese espacio que el autor reservaba solo para sus más allegados con muchas piezas que se exhibían por primera vez, Valle-Inclán íntimo, cerró este fin de semana sus puertas en el colegio de Fonseca (Santiago) tras obtener una gran acogida por parte del público. «Estamos sumamente satisfeitos xa desde o día inaugural, no que se achegou moita xente. Ademais, despois houbo visitas constantes. Segundo nos comentou o persoal de seguridade, as salas nunca estaban baleiras», cuenta Margarita Santos Zas, directora de la Cátedra Valle-Inclán y comisaria de la muestra junto a José Manuel López Vázquez y Javier del Valle-Inclán Alsina.
Prueba del interés que despertó esta muestra de la Universidade de Santiago organizada por la Cátedra Valle-Inclán con la colaboración de La Voz de Galicia es que las tres visitas guiadas inicialmente previstas se convirtieron finalmente en una veintena. «Quedamos sorprendidos, non tiñamos perspectiva de que había esta demanda», detalla Margarita Santos. Fueron varios los colectivos que se interesaron por recorrer las dos salas, como el Ateneo o Ategal.
La exposición, que reunió patrimonio artístico personal del escritor, incluyendo pinturas, esculturas, caricaturas, retratos, tipografía original, mobiliario y libros que le dedicaron autores gallegos, contó con objetos cedidos por los hermanos Fernando, Miguel y Javier Valle-Inclán Alsina. Para ellos tiene palabras de agradecimiento la directora de la cátedra universitaria, puesto que esta muestra no hubiese sido posible sin su ayuda.
Valle-Inclán íntimo, que estaba articulada en cinco secciones, incluía numerosas piezas que se exhibían por primera vez, como un paisaje de Castelao que está dedicado al autor de Luces de bohemia, así como parte de su mobiliario. «Chamaron especialmente a atención as súa pertenzas persoais, os retratos da época que lle fixeron e todos eses elementos que se sabía que vivían con el», enumera Margarita Santos, que califica como «un éxito» el obtenido por el biombo japonés que Valle-Inclán tenía en su domicilio de la calle Francisco de Rojas, en Madrid. Pero si hubo una parte «impactante» fue la sección dedicada al «xesto único da morte», situado en la sacristía del colegio de Fonseca, donde por primera vez se exhibió la máscara mortuoria en bronce que le hizo Francisco Asorey. «Os visitantes entraban e emocionábanse», apunta la comisaria. Además, muchos descubrieron allí la firma de sus antepasados en las hojas de pésame. También causó impresión poder escuchar la voz del propio Valle recitando sus versos.
La exposición despertó el interés por los libros del autor a la venta en Unitenda, entre los que se encontraban los de la colección de La Voz de Galicia al cuidado del Grupo de Investigación Valle-Inclán de la cátedra. «Foi unha forma de proxectar a figura de Valle-Inclán», resalta Margarita Santos.
Próximamente estará disponible el catálogo de la muestra. No está previsto que Valle-Inclán íntimo itinere. «Non se sabe se se vai poder ver máis, pero a nosa idea é que chegue a ser unha exposición permanente», expresó como deseo la directora de la Cátedra Valle-Inclán.