Soleá Morente: «Respeto tanto a María Jiménez que no estoy llevando al directo la versión de 'Se acabó'»

Dice Soleá Morente (Madrid, 1985), que se encuentra en un «momento de efervescencia creativa». A las puertas de sacar un disco junto a Guille Milkyway —de la banda La Casa Azul—, la cantante sigue dando conciertos como el que ofrecerá en A Coruña dentro del ciclo Momentos Alhambra (mañana, parque de Santa Margarita, 20.00 horas).

—Llega en un formato reducido y muy flamenco.

—Voy con Rubén Campos, guitarrista flamenco y granadino. Viene conmigo en toda la gira. Es un concierto muy especial, porque me permite hacer un experimento de los míos y llevar mi repertorio a una formación muy diferente, que es la de guitarra flamenca y voz. Hacemos un recorrido por las canciones de los diferentes discos. Me parece interesante volver a desnudar las canciones como así nacieron. Yo hago música sin ningún tipo de prejuicio, con el corazón por bandera y la verdad.

—Y ahora sacará un disco con Guille Milkyway, otro nuevo cambio de rumbo. ¿No quiere hacer nunca un disco parecido al anterior?

—Es muy bueno eso que dices. Cada disco es resultado de una necesidad vital. Me interesa más la creación constante que insistir en algo que ya haya hecho, que haya experimentado. Parece que no tenga límites. Cuando confecciono un set-list a veces digo que hay que tener cuidado con lo que deseas por la tremenda variedad. Es un viaje emocional muy potente. Paso de cantar por soleá a bailar Baila conmigo o el homenaje a Raphaella Carrá. Yo misma me encuentro en lugares que no esperaba encontrar. Pero ahora cuerpo y la mente aguantan. 

—En su último single, «Sembré una esperanza», aparece una vía hacia lo árabe.

—Esa producción la hizo Alonso de Napoleón Solo, que produjo en su día mi disco Ore Lorelei. Me apetecía mucho hacer esta versión de Enrique Morente con alguien como él. Y sí, está la influencia árabe, que tiene que ver mucho con mi padre y Granada.

—También incluye una versión de «Se acabó» de María Jiménez. No podía ser más oportuna.

—María Jiménez para mí es un referente superclaro. Me ha ayudado mucho su trabajo y su manera de ver la vida. Yo en cada disco voy construyendo un personaje para interpretar las canciones y ella siempre está ahí como ejemplo. Me pidieron la versión para un documental sobre ella y finalmente no salió. La quería compartir. A los pocos días de hacerlo, desgraciadamente se fue nuestra eterna y querida María Jiménez.

—¿La canta en directo?

—No, me produce tal respeto María Jiménez que no estoy llevando al directo esa versión, aunque la gente me la pide. Puede ser que me atreva algún día, pero ahora me produce una especie de respeto sagrado y una emoción que me impide hacerlo.

—Además de cantar, hace usted divulgación musical en TVE y Radio 3.

—Me lo ofrecieron y al principio dudé. Me causa respeto, porque nunca había hecho algo así. Pero luego pensé que escucho mucha música y leo muchos libros. Esta es una manera de comunicarme con la gente con un programa de radio y es un lujo. Está yendo bastante bien. Ha sido una sorpresa. A la gente le encanta estos viajes que hago y buscan conexiones

—¿Qué le parecería que gracias a usted una persona abra la puerta a otras músicas?

—Me parecería increíble. Cuando me dicen que pretende, pues esta: servir de hilo conductor y puente entre el flamenco y otras músicas, porque yo estoy justo en medio. Hay gente que me sigue porque sigue a la casa Morente y, de repente, conoce a Cocteau Twins, New Order o Fresones Rebeldes. O al revés: gente del indie que nunca había escuchado a Manuel Vallejo o NIña de los Peines. 

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