
El sello Navona publica una nueva versión de la novela de Thomas Mann debida a Itziar Hernández Rodilla
04 nov 2023 . Actualizado a las 20:58 h.La lectura de La muerte en Venecia (1912) evoca con frecuencia el adagietto de la Quinta sinfonía de Mahler que Luchino Visconti empleó en la banda sonora de la adaptación cinematográfica de la novela (1971) que protagonizó maravillosamente Dirk Bogarde como el maduro compositor Gustav von Aschenbach que se enamora en aquella estancia vacacional del apolíneo adolescente polaco Tadzio, encarnado por el actor sueco Björn Andrésen —se habló a menudo de que Miguel Bosé estuvo a punto de hacer el papel del muchacho objeto de deseo prohibido, pero su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, lo impidió—. Todo momento es óptimo para regresar sobre esta película, aunque más reincidencia, si cabe, merece el libro, una delicia inflamada de melancolía, pasión crepuscular, languidez, belleza y decrepitud que es también una celebración de la decadente ciudad de los canales y de la propia Europa de inicios del siglo XX. Es por ello que es siempre motivo de celebración una nueva traducción al castellano del texto de Mann, como la de Itziar Hernández Rodilla que sirve la edición del sello barcelonés Navona en un cómodo formato de bolsillo que es toda una invitación al placer de la lectura. Imprescindible.