El premio Pritzker de arquitectura 2023 asegura que Galicia «tiene mucho que enseñar»

CULTURA

«Rehabilitar siempre es mejor que construir», afirmó David Chipperfield en Santiago, en donde participó en el programa ConCiencia de divulgación científica
08 nov 2023 . Actualizado a las 23:27 h.El arquitecto David Chipperfield (Londres, 1963), ganador del premio Pritzker 2023, conocido como el nobel de la arquitectura, es el último invitado de ConCiencia, el programa de divulgación científica de la USC y el Consorcio de Santiago que trae a la capital de Galicia a nobeles y análogos de otras ciencias. Esta es la primera vez que recala en el marco de esta actividad un arquitecto, y lo hace alguien con una profunda relación con la comunidad gallega. Chipperfield, que tiene una casa en Corrubedo y lleva años veraneando en esta localidad barbanzana, cuestionó en Compostela el concepto de progreso: «¿Es progreso cuando alguien hace un edificio o construye una carretera?», dijo para apostar por otro que se basa en una producción sostenible.
El autor de la arquitectura sosegada insiste en integrar este principio de sostenibilidad. «Y en ese sentido la rehabilitación siempre es mejor que la construcción de edificios nuevos». Acompañado por el director del programa ConCiencia, el catedrático Jorge Mira, y de Manuel Rodríguez, gerente de la Fundación RIA que el propio Chipperfield puso en marcha en Santiago, el arquitecto ofreció como ejemplo de este progreso menos voraz a Galicia: «Por primera vez estamos empezando a cuestionar el progreso como se entendía en las últimas décadas. Entendemos que la industrialización de los alimentos erosiona los suelos, degrada nuestra dieta y afecta negativamente al medio ambiente, ¿es eso progreso? —insistió—. Es ahí cuando miras hacia Galicia y piensas: quizás tiene mucho que enseñar».

No en vano la mayoría de los gallegos, añadió, coinciden en que en la comunidad hay calidad de vida. «¿Y cómo es posible esto si la economía no es potente? En el mundo anglosajón estamos obsesionados con que la felicidad parte del dinero y del consumo y quizás la cultura gallega, centrada en lo cotidiano, pueda enseñarnos». Chipperfield ofreció una charla en el compostelano Centro Galego de Arte Contemporánea después de la proyección en primicia del documental elaborado a raíz del premio Pritzker, un pase que se hizo también en otras ciudades significativas para el galardonado como es el caso de Londres, Berlín, Venecia, Seúl, Shanghái y Nueva York. El autor aseguró que en Galicia hay talento en el campo de la arquitectura y puso como ejemplo a quien lo introdujo en la comunidad, Manolo Gallego, «pero ese talento muchas veces no tiene oportunidades, es difícil ser arquitecto en cualquier sitio. Nosotros tenemos dos vías para trabajar, la inversión privada y la obra pública, y en Galicia ninguna de ellas es fácil».
«No nos proponemos construir»
Sobre sus próximos proyectos, el arquitecto bromeó con hacer «otro bar» —rehabilitó el Bar do Porto en Corrubedo— para a continuación apuntar: «No nos proponemos construir», dijo, sino que a través de la fundación trabajan en aquello que está entre los edificios, es decir, restaurar la calidad del espacio público, cuestionar la posición dominante del tráfico o fortalecer la relación entre los entornos natural y urbano.
El arquitecto pone como ejemplo la plaza de Abastos de Santiago
La arquitectura como instrumento para fortalecer la comunidad, el tejido social y la relación entre los ciudadanos. Así la entiende David Chipperfield, que citó la plaza de Abastos de Santiago, «un ejemplo fantástico, un lugar social, de comunidad, comercial y patrimonial y en donde la arquitectura fortalece todas esas actividades».
Porque para él, incidió, hay un hardware, la infraestructura, y un software, el uso que van a hacer las personas de ella, y es este último el componente más importante y que nunca debe olvidar un autor. «Cuando en España le dices a alguien ‘vamos a la calle', lo que esperas es ver a gente, en realidad, no vas al espacio físico sino al espacio social. No vas a la calle a ver coches, la calle representa la comunidad y un bar —en alusión al de Corrubedo— también representa esta comunidad».
El premio Pritzker distinguió en el 2023 a este arquitecto «por su compromiso con una arquitectura de presencia cívica sobria pero transformadora y por la definición del espacio público, apartándose de tendencias y modas, lo que es un mensaje de gran relevancia para nuestra sociedad contemporánea». Tras fundar su estudio en 1985 creó una metodología de diseño que ahora se usa en cinco oficinas de Londres, Berlín, Milán, Shanghái y Santiago. Fue nombrado caballero por los servicios prestados a la arquitectura en el Reino Unido y también cuenta con la orden del mérito de Alemania, además de otros reconocimientos.