Ramón Sobrino Buhígas, «un pionero en el mundo del arte rupestre»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

CULTURA

El arqueólogo Ramón Sobrino Buhígas, junto a un muchacho no identificado, retratados ante los petroglifos de A Pedra do Labirinto, en Mogor, Marín.
El arqueólogo Ramón Sobrino Buhígas, junto a un muchacho no identificado, retratados ante los petroglifos de A Pedra do Labirinto, en Mogor, Marín. Arquivo do Museo de Pontevedra | Fondo Ramón Sobrino Buhígas

Un seminario reivindica en Pontevedra al autor del «Corpus Petroglyphorum Gallaeciae», piedra fundacional de los estudios sobre petroglifos en la comunidad

10 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos hablando de un pionero, un apasionado en el mundo del arte rupestre, pero de profesión era naturalista. Hizo la carrera de ciencias y ejerció como naturalista, pero, sobre todo, era un erudito». Con estas palabras definió a Ramón Sobrino Buhígas el arqueólogo Marcos Fontán, quien abrió este jueves en el edificio Castelao del Museo de Pontevedra el seminario Un fito da arqueoloxía galega. Ramón Sobrino Buhígas e o «Corpus Petroglyphorum Gallaeciae».

Fontán subrayó el hecho de que Sobrino Buhígas «viene de una saga familiar tremenda, que es la de los Sobrino. Era hermano de Carlos Sobrino, el pintor, primo de Enrique Campo Sobrino, que fue uno de los más destacados dibujantes de la Sociedad Arqueológica, y de Fernando Campo Sobrino, el escultor. El museo pontevedrés conserva el legado de toda esta saga y de toda esta familia de eruditos y de artistas».

En este punto, insiste en que Ramón Sobrino se puede definir «con esa palabra, con ese sustantivo cada vez menos aplicable, que es polígrafo. Era un hombre que acabó reinventándose, incluso, como odontólogo. Y es que al final terminó en Santiago abriendo una clínica como odontólogo. Era un naturalista, era un arqueólogo, era un erudito», insiste.

Y fue el autor del Corpus Petroglyphorum Gallaeciae, una obra que según este reconocido arqueólogo fue «un trabajo pionero por su sistematización, por su rigor. Es una obra con un fuerte valor gráfico, pero que también arroja muchas conclusiones y observaciones de gran valor para su momento. Es, desde luego, una obra a nivel europeo para la época y marca un hito, un hito en la arqueología gallega. Es, sin duda, la piedra fundacional de los estudios posteriores que se han realizado sobre los petroglifos», subraya.

Durante su intervención en el Museo de Pontevedra, Marcos Fontán contextualizó «la arqueología de la época de Sobrino», así como aludió a «cómo nace la arqueología científica y [...] cómo se va desarrollando la disciplina antes en la época de Sobrino. Es un poco la historiografía de la arqueología gallega».

Tal y como reseñó Fontán, a lo largo de los últimos años, el museo ha recibido sucesivas entregas de documentación en torno a la familia Sobrino, generalmente realizadas por su nieto, Ángel Núñez Sobrino, quien también intervino en la jornada de ayer. Una parte importante de estas donaciones se centran en la figura de Ramón Sobrino Buhígas. Desde esta entidad cultural remarcan que, entre los materiales conservados, sobresale la colección de fotografías y dibujos que ilustraron el Corpus Petroglyphorum Gallaeciae, «aínda que tamén podemos atopar imaxes persoais e familiares e documentación de todas as súas facetas profesionais», matiza.

El génesis del «Corpus»

El origen del Corpus se encuentra en un viaje que el propio Sobrino Buhígas realizó en 1930 a París y Londres gracias a una ayuda de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) para «estudar as insculturas rupestres europeas. Esta foi a base do Corpus, que publicaría en 1935 en latín», subrayaron desde el museo precisando que este libro «contén 188 láminas de fotografías e debuxos e un mapa de petróglifos da provincia de Pontevedra, ademais dun estudo introdutorio no que Sobrino Buhígas analiza de xeito integral as estacións da arte rupestre galega ao aire libre, que ademais conecta coas doutros lugares de Europa».

Estos fueron algunos de los aspectos que se afrontaron en el seminario, que se enmarca en la programación para conmemorar el centenario del nacimiento del Seminario de Estudos Galegos, y donde se contó con la participación de la fotoperiodista y arqueóloga brasileña Kenia de Aguiar, quien analizó la documentación fotográfica realizada por Sobrino Buhígas para el Corpus Petroglyphorum Gallaeciae, mientras que la tercera y última conferencia fijada estaba a cargo del investigador Ángel Núñez Sobrino. El nieto de Ramón Sobrino Buhígas tenía previsto trazar «un retrato biográfico do arqueólogo e naturalista, incidindo na influencia do seu primo Enrique Campo e da Sociedad Arqueológica de Pontevedra, o seu ingreso no Seminario de Estudos Galegos e outros fitos da súa traxectoria vital». La jornada se cerraba con una mesa redonda moderada por Daniel Crespo, conservador de arqueología del Museo de Pontevedra.